lunes, 20 de diciembre de 2010

La reivindicación de géneros: los niños y las niñas, los maestros y las maestras

Ahora muchos periodistas de La radio se han hecho eco de una nueva moda en el discurso y se habla de los niños y las niñas, los ciudadanos y las ciudadanas cubanas, los maestros y las maestras, los arquitectos y las arquitectas, los doctores y las doctoras, los periodistas y las periodistas.
Años atrás sólo en discursos e intervenciones públicas se decía “señoras y señores”. En las reuniones de trabajo quien presidía una reunión empleaba una simple palabra “compañeros”. Bastaba decir los ciudadanos de este país, los niños cubanos, los profesores, los maestros, los dentistas, los médicos, los estudiantes, los escritores, los maestros y se daban por incluidos hombres y mujeres.
Llega esta diferenciación a tal punto que algunos sectores se molestan si no se.
La lucha por los derechos y la igual de la mujer, su rol en la sociedad no es un simple problema gramatical. Precisa mucho más que palabras es la eliminación de diferencias socioculturales.
Lo cual además de ser un soberano disparate lingüístico, no minimiza las desigualdades que existen entre las mujeres y los hombres. Ni reivindica el papel de la mujer en la sociedad, ni contribuye a eliminar la situación de inequidad, de discriminación, la falta de derechos y la opresión en que tradicionalmente ha vivido la mujer
Con esta diferenciación oral entre hombres y mujeres no creo que se resuelvan los problemas discriminatorios ni se toma conciencia de la urgencia necesaria de defender los derechos de reivindicación social o política o histórica de las mujeres y de los niños.
Todos sabemos que el uso del masculino como genérico no está condicionado de ninguna manera a la oposición o desigualdad entre los géneros masculino -femenino.
Lo que si está claro, gramaticalmente es que se utiliza esta diferenciación de género sólo si es relevante.

Sobre el tema la Real Academia de la Lengua explica de manera clara:

“Este tipo de desdoblamientos son artificiosos e innecesarios desde el punto de vista lingüístico. En los sustantivos que designan seres animados existe la posibilidad del uso genérico del masculino para designar la clase, es decir, a todos los individuos de la especie, sin distinción de sexos: Todos los ciudadanos mayores de edad tienen derecho a voto.
La mención explícita del femenino se justifica solo cuando la oposición de sexos es relevante en el contexto: El desarrollo evolutivo es similar en los niños y las niñas de esa edad. La actual tendencia al desdoblamiento indiscriminado del sustantivo en su forma masculina y femenina va contra el principio de economía del lenguaje y se funda en razones extralingüísticas. Por tanto, deben evitarse estas repeticiones, que generan dificultades sintácticas y de concordancia, y complican innecesariamente la redacción y lectura de los textos.
El uso genérico del masculino se basa en su condición de término no marcado en la oposición masculino/femenino. Por ello, es incorrecto emplear el femenino para aludir conjuntamente a ambos sexos, con independencia del número de individuos de cada sexo que formen parte del conjunto. Así, los alumnos es la única forma correcta de referirse a un grupo mixto, aunque el número de alumnas sea superior al de alumnos varones”.

miércoles, 15 de diciembre de 2010

Manipulación de la información radial

Manipular la información es todo un arte, que tanto en La Radio, como en todos los medios de prensa se hace con inteligencia, una buena dosis de sutileza y despotismo.
En mis comentarios anteriores me referí de manera operativa a la manipulación de la información en La Radio. Pero es muy útil para un mejor entendimiento analizar la Manipulación a la que estamos todos sometidos. La manipulación que hoy se extiende por todo el mundo y de la cual, lamentablemente, no tenemos escapatorias.
De manera muy particular me interesó un estudio Noam Chomsky, lingüista y filosofo, quien se autodefine políticamente a sí mismo como un anarquista o socialista libertario, según señala la enciclopedia libre Wikipedia

Las 10 Estrategias de Manipulación Mediática
1. La estrategia de la distracción El elemento primordial del control social es la estrategia de la distracción que consiste en desviar la atención del público de los problemas importantes y de los cambios decididos por las elites políticas y económicas, mediante la técnica del diluvio o inundación de continuas distracciones y de informaciones insignificantes. La estrategia de la distracción es igualmente indispensable para impedir al público interesarse por los conocimientos esenciales, en el área de la ciencia, la economía, la psicología, la neurobiología y la cibernética. ”Mantener la Atención del público distraída, lejos de los verdaderos problemas sociales, cautivada por temas sin importancia real. Mantener al público ocupado, ocupado, ocupado, sin ningún tiempo para pensar; de vuelta a granja como los otros animales (cita del texto ‘Armas silenciosas para guerras tranquilas)”.
2. Crear problemas y después ofrecer soluciones. Este método también es llamado “problema-reacción-solución”. Se crea un problema, una “situación” prevista para causar cierta reacción en el público, a fin de que éste sea el mandante de las medidas que se desea hacer aceptar. Por ejemplo: dejar que se desenvuelva o se intensifique la violencia urbana, u organizar atentados sangrientos, a fin de que el público sea el demandante de leyes de seguridad y políticas en perjuicio de la libertad. O también: crear una crisis económica para hacer aceptar como un mal necesario el retroceso de los derechos sociales y el desmantelamiento de los servicios públicos.
3. La estrategia de la gradualidad. Para hacer que se acepte una medida inaceptable, basta aplicarla gradualmente, a cuentagotas, por años consecutivos. Es de esa manera que condiciones socioeconómicas radicalmente nuevas (neoliberalismo) fueron impuestas durante las décadas de 1980 y 1990: Estado mínimo, privatizaciones, precariedad, flexibilidad, desempleo en masa, salarios que ya no aseguran ingresos decentes, tantos cambios que hubieran provocado una revolución si hubiesen sido aplicadas de una sola vez.
4. La estrategia de diferir. Otra manera de hacer aceptar una decisión impopular es la de presentarla como “dolorosa y necesaria”, obteniendo la aceptación pública, en el momento, para una aplicación futura. Es más fácil aceptar un sacrificio futuro que un sacrificio inmediato. Primero, porque el esfuerzo no es empleado inmediatamente. Luego, porque el público, la masa, tiene siempre la tendencia a esperar ingenuamente que “todo irá mejorar mañana” y que el sacrificio exigido podrá ser evitado. Esto da más tiempo al público para acostumbrarse a la idea del cambio y de aceptarla con resignación cuando llegue el momento.
5. Dirigirse al público como criaturas de poca edad. La mayoría de la publicidad dirigida al gran público utiliza discurso, argumentos, personajes y entonación particularmente infantiles, muchas veces próximos a la debilidad, como si el espectador fuese una criatura de poca edad o un deficiente mental. Cuanto más se intente buscar engañar al espectador, más se tiende a adoptar un tono infantilizante. Por qué? “Si uno se dirige a una persona como si ella tuviese la edad de 12 años o menos, entonces, en razón de la sugestionabilidad, ella tenderá, con cierta probabilidad, a una respuesta o reacción también desprovista de un sentido crítico como la de una persona de 12 años o menos de edad (ver “Armas silenciosas para guerras tranquilas”)”.
6. Utilizar el aspecto emocional mucho más que la reflexión. Hacer uso del aspecto emocional es una técnica clásica para causar un corto circuito en el análisis racional, y finalmente al sentido critico de los individuos. Por otra parte, la utilización del registro emocional permite abrir la puerta de acceso al inconsciente para implantar o injertar ideas, deseos, miedos y temores, compulsiones, o inducir comportamientos…
7. Mantener al público en la ignorancia y la mediocridad. Hacer que el público sea incapaz de comprender las tecnologías y los métodos utilizados para su control y su esclavitud. “La calidad de la educación dada a las clases sociales inferiores debe ser la más pobre y mediocre posible, de forma que la distancia de la ignorancia que planea entre las clases inferiores y las clases sociales superiores sea y permanezca imposibles de alcanzar para las clases inferiores (ver ‘Armas silenciosas para guerras tranquilas)”.
8. Estimular al público a ser complaciente con la mediocridad. Promover al público a creer que es moda el hecho de ser estúpido, vulgar e inculto…
9. Reforzar la autoculpabilidad. Hacer creer al individuo que es solamente él el culpable por su propia desgracia, por causa de la insuficiencia de su inteligencia, de sus capacidades, o de sus esfuerzos. Así, en lugar de rebelarse contra el sistema económico, el individuo se autodesvalida y se culpa, lo que genera un estado depresivo, uno de cuyos efectos es la inhibición de su acción. Y, sin acción, no hay revolución!
10. Conocer a los individuos mejor de lo que ellos mismos se conocen. En el transcurso de los últimos 50 años, los avances acelerados de la ciencia han generado una creciente brecha entre los conocimientos del público y aquellos poseídas y utilizados por las elites dominantes. Gracias a la biología, la neurobiología y la psicología aplicada, el “sistema” ha disfrutado de un conocimiento avanzado del ser humano, tanto de forma física como psicológicamente. El sistema ha conseguido conocer mejor al individuo común de lo que él se conoce a sí mismo. Esto significa que, en la mayoría de los casos, el sistema ejerce un control mayor y un gran poder sobre los individuos, mayor que el de los individuos sobre sí mismos.

domingo, 12 de diciembre de 2010

Manipulación de la información radial ( segunda parte)

No es sólo lo que se dice sino como se dice. Así, como en el lenguaje oral la expresión corporal y visual contribuyen a acentuar las ideas que se expresan, los componentes del lenguaje radial apoyan o se oponen a lo que se dice, ironizan o dejan margen a la duda.
Se manipula con la palabra: De acuerdo a los matices que se empleen en la entonación varia el mensaje y para ello se apela a los cambios en la intensidad (alto, bajo), en el tono (grave, medio, agudo), en el timbre (cálido, indiferente, molesto), el ritmo o tempo de la lectura (rápido, lento).
Se manipula con la música: Con ella se transmiten sentimientos y emociones con lo que se logra la empatía o el rechazo.
Se manipula con el silencio: Un silencio oportuno realza el dramatismo, la ambigüedad, la expectación, puede servir para despertar la intriga, la reflexión.
Se manipula con los efectos: Utilizados de manera expresiva transmiten emociones y estados de ánimo.
Si al expresar una frase la deja en anticadencia la intención varia. Deja la idea en suspensión por tanto crea la duda.
Una muletilla empleada en determinado momento puede servir para inducir cierta duda igual sucede con una risita de una frase.
Un número musical determinado puede contradecir la información que le precede.
Con la entonación se logra imprimir a la palabra del matiz necesario para expresar ironía, duda, ira. Se apela a la emoción y es la posibilidad deseada para influir en el oyente.
Se manipula incluso en aquellas informaciones en las que se expresan opiniones diversas, por lo general se ponen en contraposición puntos de vistas totalmente diferentes, a veces dogmaticos o contraproducentes.
La manipulación de la información siempre está presente. Unas veces, de manera natural, y otras muy bien pensada aplicada de manera sutil, engañosa y apelando a todos sus recursos con tal de lograr influir. El asunto es que sea aceptado el producto que se venda, ya se trate de una idea política, social, de género o un bien de consumo.
El poder de la prensa es reconocido y su influencia es bien utilizada. Los dueños de los medios trazan muy bien sus líneas editoriales. Toda información pasa por un filtro que está en plena concordancia con los objetivos de cada medio ya sea La radio, la prensa escrita, la TV o las páginas web. Como periodista tienes la posibilidad de acatar esos objetivos editoriales o te sales del juego, renuncias y te vas a otra emisora a otro medio, dónde acatarás otros objetivos.
“ Una manipulación técnica impuesta por la rutina periodística, en el sentido de que un periodista trabaja en unas condiciones materiales dadas, un formato dado, ya sea un límite de espacio en un diario o de tiempo en radio o en televisión, que implica hacer un primer filtraje, un primer resumen de la noticia. Además existen unas limitaciones empresariales impuestas por los intereses económicos y políticos de la empresa de comunicación, cosa que influye en mayor o menor grado en las informaciones que dan, su contrapartida está en el hecho de que es conveniente contrastar los distintos medios de comunicación para tener un punto de vista más amplio”. (1)

( 1) http://html.rincondelvago.com/manipulacion-de-los-medios-de-comunicacion

jueves, 9 de diciembre de 2010

Como manejan los periodistas la información (Primera parte)

La manipulación de la información. Este es un tema que genera diversas y controvertidas opiniones.
Todos los periodistas somos manipuladores de la información. Como también la manipulan otros profesionales como los educadores, los médicos, los arquitectos, los publicitas, los empresarios, los intelectuales, los dirigentes, los jefes y por supuesto los políticos. La relación es, por supuesto, mucho más larga.
La manipulación siempre está presente ya sea de manera intencionada o natural. Sin lugar a dudas toda manipulación en la información es inescrupulosa sin embargo hay que saber distinguir que hay una manipulación menos dañina, que no ingenua.
El periodista siempre manipula la información:
-Manipula para cumplir con las pautas que exige el órgano de prensa. Pautas que están muy bien definidas por el dueño. Ya sea una empresa privada o el estado.
- Manipula al seleccionar y jerarquizar los datos a publicar.
- Manipula cuando determina el orden de prioridad de la información.
- Manipula cuando publica esta información y no aquella.
- Manipula cuando mantiene la información en titulares durante varios días.
-Manipula cuando determina silenciar un hecho determinado ya sea de interés local,
nacional o internacional.
_ Manipula cuando solo relata una parte de la verdad
_ Manipula quien centra la atención del oyente en un hecho determinado con el fin de contrarrestar la significación de otro acontecimiento del que no le es conveniente publicar.
- Manipula cuando elige la fuente informativa.
_ Manipula cuando elige a determinadas agencias para seleccionar las informaciones con las que redactará los boletines de noticias.
_Manipula cuando elige determinadas palabras para referirse y catalogar sectores determinados. Ejemplo: Inmigrantes/ ilegales, guerrillas/ terroristas, hambre/miseria.
Se pueden seguir enumerando actos concretos que demuestren la manipulación en la información.
Ningún periodista está libre de la manipulación. Tampoco ningún medio de prensa. Las políticas informativas que se siguen están bien pensadas y dirigidas a un fin concreto y certero, y esas políticas informativas no son más que la manipulación de la información ya sea de forma elegante o grosera.
Lo que no puede hacer un periodista es manipular la información de forma tal que tergiverse los hechos de la noticia. El oyente tiene a su alcance emisoras, agencias de prensa, periódicos, revistas, TV, Internet y descubrirá rápidamente y con facilidad el engaño. Después será muy difícil que vuelva a confiar en usted y en el medio que representa.

lunes, 6 de diciembre de 2010

Cuando de periodismo y periodista se trata

Tuve la suerte de re encontrar este texto de García Márquez y comencé a extraer algunas de las ideas que expresa. Después me di cuenta que es mejor ponerlo completo y le sugiero que lo lea completo.


El mejor oficio del mundo
[Discurso ante la 52ª Asamblea de la Sociedad Interamericana de Prensa -Texto completo]

Gabriel García Márquez
A una universidad colombiana se le preguntó cuáles son las pruebas de aptitud y vocación que se hacen a quienes desean estudiar periodismo y la respuesta fue terminante: “Los periodistas no son artistas”. Estas reflexiones, por el contrario, se fundan precisamente en la certidumbre de que el periodismo escrito es un género literario.
Hace unos cincuenta años no estaban de moda las escuelas de periodismo. Se aprendía en las salas de redacción, en los talleres de imprenta, en el cafetín de enfrente, en las parrandas de los viernes. Todo el periódico era una fábrica que formaba e informaba sin equívocos, y generaba opinión dentro de un ambiente de participación que mantenía la moral en su puesto. Pues los periodistas andábamos siempre juntos, hacíamos vida común, y éramos tan fanáticos del oficio que no hablábamos de nada distinto que del oficio mismo. El trabajo llevaba consigo una amistad de grupo que inclusive dejaba poco margen para la vida privada. No existían las juntas de redacción institucionales, pero a las cinco de la tarde, sin convocatoria oficial, todo el personal de planta hacía una pausa de respiro en las tensiones del día y confluía a tomar el café en cualquier lugar de la redacción. Era una tertulia abierta donde se discutían en caliente los temas de cada sección y se le daban los toques finales a la edición de mañana. Los que no aprendían en aquellas cátedras ambulatorias y apasionadas de veinticuatro horas diarias, o los que se aburrían de tanto hablar de los mismo, era porque querían o creían ser periodistas, pero en realidad no lo eran.
El periódico cabía entonces en tres grandes secciones: noticias, crónicas y reportajes, y notas editoriales. La sección más delicada y de gran prestigio era la editorial. El cargo más desvalido era el de reportero, que tenía al mismo tiempo la connotación de aprendiz y cargaladrillos. El tiempo y el mismo oficio han demostrado que el sistema nervioso del periodismo circula en realidad en sentido contrario. Doy fe: a los diecinueve años -siendo el peor estudiante de derecho- empecé mi carrera como redactor de notas editoriales y fui subiendo poco a poco y con mucho trabajo por las escaleras de las diferentes secciones, hasta el máximo nivel de reportero raso.
La misma práctica del oficio imponía la necesidad de formarse una base cultural, y el mismo ambiente de trabajo se encargaba de fomentarla. La lectura era una adicción laboral. Los autodidactas suelen ser ávidos y rápidos, y los de aquellos tiempos lo fuimos de sobra para seguir abriéndole paso en la vida al mejor oficio del mundo... como nosotros mismos lo llamábamos. Alberto Lleras Camargo, que fue periodista siempre y dos veces presidente de Colombia, no era ni siquiera bachiller.
La creación posterior de las escuelas de periodismo fue una reacción escolástica contra el hecho cumplido de que el oficio carecía de respaldo académico. Ahora ya no son sólo para la prensa escrita sino para todos los medios inventados y por inventar.
Pero en su expansión se llevaron de calle hasta el nombre humilde que tuvo el oficio desde sus orígenes en el siglo XV, y ahora no se llama periodismo sino Ciencias de la Comunicación o Comunicación Social. El resultado, en general, no es alentador. Los muchachos que salen ilusionados de las academias, con la vida por delante, parecen desvinculados de la realidad y de sus problemas vitales, y prima un afán de protagonismo sobre la vocación y las aptitudes congénitas. Y en especial sobre las dos condiciones más importantes: la creatividad y la práctica.
La mayoría de los graduados llegan con deficiencias flagrantes, tienen graves problemas de gramática y ortografía, y dificultades para una comprensión reflexiva de textos. Algunos se precian de que pueden leer al revés un documento secreto sobre el escritorio de un ministro, de grabar diálogos casuales sin prevenir al interlocutor, o de usar como noticia una conversación convenida de antemano como confidencial. Lo más grave es que estos atentados éticos obedecen a una noción intrépida del oficio, asumida a conciencia y fundada con orgullo en la sacralización de la primicia a cualquier precio y por encima de todo. No los conmueve el fundamento de que la mejor noticia no es siempre la que se da primero sino muchas veces la que se da mejor. Algunos, conscientes de sus deficiencias, se sienten defraudados por la escuela y no les tiembla la voz para culpar a sus maestros de no haberles inculcado las virtudes que ahora les reclaman, y en especial la curiosidad por la vida.
Es cierto que estas críticas valen para la educación general, pervertida por la masificación de escuelas que siguen la línea viciada de lo informativo en vez de lo formativo. Pero en el caso específico del periodismo parece ser, además, que el oficio no logró evolucionar a la misma velocidad que sus instrumentos, y los periodistas se extraviaron en el laberinto de una tecnología disparada sin control hacia el futuro. Es decir, las empresas se han empeñado a fondo en la competencia feroz de la modernización material y han dejado para después la formación de su infantería y los mecanismos de participación que fortalecían el espíritu profesional en el pasado. Las salas de redacción son laboratorios asépticos para navegantes solitarios, donde parece más fácil comunicarse con los fenómenos siderales que con el corazón de los lectores. La deshumanización es galopante.
No es fácil entender que el esplendor tecnológico y el vértigo de las comunicaciones, que tanto deseábamos en nuestros tiempos, hayan servido para anticipar y agravar la agonía cotidiana de la hora del cierre. Los principiantes se quejan de que los editores les conceden tres horas para una tarea que en el momento de la verdad es imposible en menos de seis, que les ordenan material para dos columnas y a la hora de la verdad sólo les asignan media, y en el pánico del cierre nadie tiene tiempo ni humor para explicarles por qué, y menos para darles una palabra de consuelo. “Ni siquiera nos regañan”, dice un reportero novato ansioso de comunicación directa con sus jefes. Nada: el editor que antes era un papá sabio y compasivo, apenas si tiene fuerzas y tiempo para sobrevivir él mismo a las galeras de la tecnología.
Creo que es la prisa y la restricción del espacio lo que ha minimizado el reportaje, que siempre tuvimos como el género estrella, pero que es también el que requiere más tiempo, más investigación, más reflexión, y un dominio certero del arte de escribir. Es en realidad la reconstitución minuciosa y verídica del hecho. Es decir: la noticia completa, tal como sucedió en la realidad, para que el lector la conozca como si hubiera estado en el lugar de los hechos.
Antes que se inventaran el teletipo y el télex, un operador de radio con vocación de mártir capturaba al vuelo las noticias del mundo entre silbidos siderales, y un redactor erudito las elaboraba completas con pormenores y antecedentes, como se reconstruye el esqueleto entero de un dinosaurio a partir de una vértebra. Sólo la interpretación estaba vedada, porque era un dominio sagrado del director, cuyos editoriales se presumían escritos por él, aunque no lo fueran, y casi siempre con caligrafías célebres por lo enmarañadas. Directores históricos tenían linotipistas personales para descifrarlas.
Un avance importante en este medio siglo es que ahora se comenta y se opina en la noticia y en el reportaje, y se enriquece el editorial con datos informativos. Sin embargo, los resultados no parecen ser los mejores, pues nunca como ahora ha sido tan peligroso este oficio. El empleo desaforado de comillas en declaraciones falsas o ciertas permite equívocos inocentes o deliberados, manipulaciones malignas y tergiversaciones venenosas que le dan a la noticia la magnitud de un arma mortal. Las citas de fuentes que merecen entero crédito, de personas generalmente bien informadas o de altos funcionarios que pidieron no revelar su nombre, o de observadores que todo lo saben y que nadie ve, amparan toda clase de agravios impunes. Pero el culpable se atrinchera en su derecho de no revelar la fuente, sin preguntarse si él mismo no es un instrumento fácil de esa fuente que le transmitió la información como quiso y arreglada como más le convino. Yo creo que sí: el mal periodista piensa que su fuente es su vida misma -sobre todo si es oficial- y por eso la sacraliza, la consiente, la protege, y termina por establecer con ella una peligrosa relación de complicidad, que lo lleva inclusive a menospreciar la decencia de la segunda fuente.
Aun a riesgo de ser demasiado anecdótico, creo que hay otro gran culpable en este drama: la grabadora. Antes de que ésta se inventara, el oficio se hacía bien con tres recursos de trabajo que en realidad eran uno sólo: la libreta de notas, una ética a toda prueba, y un par de oídos que los reporteros usábamos todavía para oír lo que nos decían. El manejo profesional y ético de la grabadora está por inventar. Alguien tendría que enseñarles a los colegas jóvenes que la casete no es un sustituto de la memoria, sino una evolución de la humilde libreta de apuntes que tan buenos servicios prestó en los orígenes del oficio. La grabadora oye pero no escucha, repite -como un loro digital- pero no piensa, es fiel pero no tiene corazón, y a fin de cuentas su versión literal no será tan confiable como la de quien pone atención a las palabras vivas del interlocutor, las valora con su inteligencia y las califica con su moral. Para la radio tiene la enorme ventaja de la literalidad y la inmediatez, pero muchos entrevistadores no escuchan las respuestas por pensar en la pregunta siguiente.
La grabadora es la culpable de la magnificación viciosa de la entrevista. La radio y la televisión, por su naturaleza misma, la convirtieron en el género supremo, pero también la prensa escrita parece compartir la idea equivocada de que la voz de la verdad no es tanto la del periodista que vio como la del entrevistado que declaró. Para muchos redactores de periódicos la transcripción es la prueba de fuego: confunden el sonido de las palabras, tropiezan con la semántica, naufragan en la ortografía y mueren por el infarto de la sintaxis. Tal vez la solución sea que se vuelva a la pobre libretita de notas para que el periodista vaya editando con su inteligencia a medida que escucha, y le deje a la grabadora su verdadera categoría de testigo invaluable. De todos modos, es un consuelo suponer que muchas de las transgresiones éticas, y otras tantas que envilecen y avergüenzan al periodismo de hoy, no son siempre por inmoralidad, sino también por falta de dominio profesional.
Tal vez el infortunio de las facultades de Comunicación Social es que enseñan muchas cosas útiles para el oficio, pero muy poco del oficio mismo. Claro que deben persistir en sus programas humanísticos, aunque menos ambiciosos y perentorios, para contribuir a la base cultural que los alumnos no llevan del bachillerato. Pero toda la formación debe estar sustentada en tres pilares maestros: la prioridad de las aptitudes y las vocaciones, la certidumbre de que la investigación no es una especialidad del oficio sino que todo el periodismo debe ser investigativo por definición, y la conciencia de que la ética no es una condición ocasional, sino que debe acompañar siempre al periodismo como el zumbido al moscardón.
El objetivo final debería ser el retorno al sistema primario de enseñanza mediante talleres prácticos en pequeños grupos, con un aprovechamiento crítico de las experiencias históricas, y en su marco original de servicio público. Es decir: rescatar para el aprendizaje el espíritu de la tertulia de las cinco de la tarde.
Un grupo de periodistas independientes estamos tratando de hacerlo para toda la América Latina desde Cartagena de Indias, con un sistema de talleres experimentales e itinerantes que lleva el nombre nada modesto de Fundación para un Nuevo Periodismo Iberoamericano. Es una experiencia piloto con periodistas nuevos para trabajar sobre una especialidad específica -reportaje, edición, entrevistas de radio y televisión, y tantas otras- bajo la dirección de un veterano del oficio.
En respuesta a una convocatoria pública de la Fundación, los candidatos son propuestos por el medio en que trabajan, el cual corre con los gastos del viaje, la estancia y la matrícula. Deben ser menores de treinta años, tener una experiencia mínima de tres, y acreditar su aptitud y el grado de dominio de su especialidad con muestras de las que ellos mismos consideren sus mejores y sus peores obras.
La duración de cada taller depende de la disponibilidad del maestro invitado -que escasas veces puede ser de más de una semana-, y éste no pretende ilustrar a sus talleristas con dogmas teóricos y prejuicios académicos, sino foguearlos en mesa redonda con ejercicios prácticos, para tratar de transmitirles sus experiencias en la carpintería del oficio. Pues el propósito no es enseñar a ser periodistas, sino mejorar con la práctica a los que ya lo son. No se hacen exámenes ni evaluaciones finales, ni se expiden diplomas ni certificados de ninguna clase: la vida se encargará de decidir quién sirve y quién no sirve.
Trescientos veinte periodistas jóvenes de once países han participado en veintisiete talleres en sólo año y medio de vida de la Fundación, conducidos por veteranos de diez nacionalidades. Los inauguró Alma Guillermoprieto con dos talleres de crónica y reportaje. Terry Anderson dirigió otro sobre información en situaciones de peligro, con la colaboración de un general de las Fuerzas Armadas que señaló muy bien los límites entre el heroísmo y el suicidio. Tomás Eloy Martínez, nuestro cómplice más fiel y encarnizado, hizo un taller de edición y más tarde otro de periodismo en tiempos de crisis. Phil Bennet hizo el suyo sobre las tendencias de la prensa en los Estados Unidos y Stephen Ferry lo hizo sobre fotografía. El magnifico Horacio Bervitsky y el acucioso Tim Golden exploraron distintas áreas del periodismo investigativo, y el español Miguel Ángel Bastenier dirigió un seminario de periodismo internacional y fascinó a sus talleristas con un análisis crítico y brillante de la prensa europea.
Uno de gerentes frente a redactores tuvo resultados muy positivos, y soñamos con convocar el año entrante un intercambio masivo de experiencias en ediciones dominicales entre editores de medio mundo. Yo mismo he incurrido varias veces en la tentación de convencer a los talleristas de que un reportaje magistral puede ennoblecer a la prensa con los gérmenes diáfanos de la poesía.
Los beneficios cosechados hasta ahora no son fáciles de evaluar desde un punto de vista pedagógico, pero consideramos como síntomas alentadores el entusiasmo creciente de los talleristas, que son ya un fermento multiplicador del inconformismo y la subversión creativa dentro de sus medios, compartido en muchos casos por sus directivas. El solo hecho de lograr que veinte periodistas de distintos países se reúnan a conversar cinco días sobre el oficio ya es un logro para ellos y para el periodismo. Pues al fin y al cabo no estamos proponiendo un nuevo modo de enseñarlo, sino tratando de inventar otra vez el viejo modo de aprenderlo.
Los medios harían bien en apoyar esta operación de rescate. Ya sea en sus salas de redacción, o con escenarios construidos a propósito, como los simuladores aéreos que reproducen todos los incidentes del vuelo para que los estudiantes aprendan a sortear los desastres antes de que se los encuentren de verdad atravesados en la vida. Pues el periodismo es una pasión insaciable que sólo puede digerirse y humanizarse por su confrontación descarnada con la realidad. Nadie que no la haya padecido puede imaginarse esa servidumbre que se alimenta de las imprevisiones de la vida. Nadie que no lo haya vivido puede concebir siquiera lo que es el pálpito sobrenatural de la noticia, el orgasmo de la primicia, la demolición moral del fracaso. Nadie que no haya nacido para eso y esté dispuesto a vivir sólo para eso podría persistir en un oficio tan incomprensible y voraz, cuya obra se acaba después de cada noticia, como si fuera para siempre, pero que no concede un instante de paz mientras no vuelve a empezar con más ardor que nunca en el minuto siguiente.

viernes, 3 de diciembre de 2010

Escribir para la radio. Errores comunes

Hace un par de días recibí un correo desde Perú solicitándome algunos ejemplos prácticos de errores en la redacción radiofónica. Si anotara todos los que escucho bien pudiera escribir una verdadera antología del disparate.

_Expresión no radiofónica: Los vientos que soplan hoy en torno al futuro del euro, la principal divisa europea, parecen chocar en sus propios contrasentidos con elementos positivos y pesimistas que lo rodean al mismo tiempo en Francia.
Expresión radiofónica: En Francia los vientos que soplan en torno al futuro del euro chocan con elementos positivos y pesimistas.

_Expresión no radiofónica: El XXXII Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano...
Expresión radiofónica: El Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano en su edición TREINTA Y DOS ...

_Expresión no radiofónica: El 80 % de las tierras del patrimonio forestal de la isla está invadida por el marabú.
Expresión radiofónica: El 80 POR CIENTO de las tierras del patrimonio forestal de la isla está invadido por el marabú.

_ Hay aniversarios que se celebra y otros que se conmemoran: Se celebra el aniversario del natalicio de… o de la fundación de la entidad tal…
Se conmemora el aniversario de la muerte de … de la batalla tal, del atentado a …

_ Las lluvias siempre caen. Es un soberano disparate decir “lluvias caídas”.
_ Otro dispararte común: Los planes futuros. Todos los planes son futuros.
_ Cuantas veces escuchamos “resultados alcanzados”. Si son resultados son alcanzados… o esa otra variante “planes propuestos”

_Hoy, 3 de diciembre de 2010 leí esta información:
Este diciembre es uno de los más fríos de los que se tenga registro en varios años a causa del frente ártico, informó Telesur.
Si andamos por el tercer día de diciembre asegurar tal cosa es una verdadera exageración. Seria correcto decir
Según la cadena Telesur este diciembre podría ser uno de los más fríos de los que se tenga registro en varios años a causa del frente ártico.

_Evitar vaguedades:
Por ejemplo: “Una nutrida multitud marchó en protesta…”
Expresión radiofónica: Cerca de MIL personas marcharon en protesta…”
Cerca de MIL , pueden ser Mil 50, MIL 40 ó 990 personas. Es una cifra aproximada.
Acentué la o entre números, aunque ahora la Real Academia de la Lengua dice que no es necesario. Recuerdo una profesora que cuando explicaba la necesidad de acentuar esa o, decía que un buen rollo se buscaría quien escribiera: mándame 4 ó 5 huevos, y por no poner el acento recibiera 405 huevos.

lunes, 29 de noviembre de 2010

La Radio y la corrección de estilo

Dicen que los editores son las manos amigas que le salvan el texto a cualquier escritor famoso. Los ejemplos abundan y con certeza ya tiene en la mente algunos de ellos.
En realidad es una suerte contar con un corrector de estilo, no es un pecado la cooperación de otras manos y talento.
El corrector tiene la experiencia y habilidad necesarias para detectar errores tanto en los datos como en la sintaxis y manejo del idioma.
Lamentablemente no siempre en las redacciones de las emisoras de Radio contamos con un corrector, y no me refiero a ese que logra milagros, sino a cualquiera que esté disponible durante los segundos escasos que median entre la redacción y el salir al aire o ir a editar. No suelen existir los correctores en los departamentos informativos de las emisoras. Por lo que investigué salvó en muy contadas ocasiones y excepcionalmente se someten a revisión las informaciones antes de ser grabadas.
La redacción es un acto solitario y en exclusiva que hace el periodista, que puede o no solicitar la cooperación o consulta con un colega.
En La Radio, lo común es que el reportero grabe y edite su información. La deja lista en la PC y se revisa casi siempre al filo de ser publicada. En la mayoría de las ocasiones sin tiempo para ser corregida.
No queda otra que ser uno mismo su propio corrector. Lea cuidadosamente su trabajo. Si es grabado, escúchelo y corrija las faltas de dicción. Si es preciso grábelo de nuevo. Pregunte si le asalta alguna duda. Una crítica y una orientación nunca deben dejarse de lado.

viernes, 19 de noviembre de 2010

Usos en la radio de las cortinas musicales

En dependencia de la labor específica que realiza el periodista empleará música de manera que le sirva tanto como cortina como para identificar una sección determinada en un programa o como número musical. Todo en concordancia con el trabajo periodístico y la creatividad.
Hay que darle a esa música su rol para que refuerce y acentue la intención del mensaje.
Cuando hablamos de cortina musical, estamos refiriéndonos a esa música que sirve de separador entre un texto y otro y por tanto va en un primer plano sonoro, ahora bien un segundo antes de cuando se comienza a decir el texto esa cortina musical debe bajar a un tercer plano o desaparecer, según entienda el realizador, porque si se mantiene a igual nivel sonoro que la voz interfiere en la comunicación y no se entiende nada.
Algunos teóricos recomiendan que no se emplee la música cantada. No estoy de acuerdo. Al contrario, mil veces encontramos un fragmento de una canción determinada que viene de maravillas con el texto. Lo que si NO debe coincidir en al mismo nivel la voz y la canción o preferible es llevársela.
Para el uso de las cortinas no debe emplear una música muy conocida o popular o que esté de moda si crea incoherencia con el mensaje. Por ejemplo: si el trabajo es sobre la ciudad de Trinidad no lo musicalice con la versión instrumental de Tres Lindas Cubanas. En ese caso le recomiendo seleccione algún tema de la Camerata Romeu. Pero, no puede ser cualquier tema. Deberá escuchar varios discos. Quizás ninguno se aviene a lo que tiene concebido y deberá seguir en la búsqueda. Nunca se quede con la primera opción. Siga buscando.
Ahora bien si para su texto viene bien un fragmento de una canción de moda, entonces adelante. Lo que importa es que funcionen música y texto. Sin olvidar que no es la música la protagonista. En este caso, la música es el apoyo preciso para remarcar un mensaje, crear un ambiente, dar elegancia y colorido.
Justo, por eso en el medio radial se dice indistintamente CORTINA o FONDO MUSICAL. Cortina cuando separa; fondo, cuando va debajo de la voz.

En un guión se representa así:

SON: ENTRA MUSICA SE MANTIENE Y BAJA A FONDO DE
LOC: La Habana, constituye un símbolo de identidad para los cubanos, dueña de un excelente patrimonio histórico, político, cultural, deportivo y social, despierta el interés de millones de foráneos que, al conocerla y disfrutar de sus bondades.
SON: SUBE MUSICA

Si se desea que la música desaparezca mientras se dice el texto entonces debe decir:

SON: ENTRA MUSICA SE MANTIENE. BAJA Y SE VA.

LOC: La Habana, constituye un símbolo de identidad para los cubanos, dueña de un excelente patrimonio histórico, político, cultural, deportivo y social, despierta el interés de millones de foráneos que, al conocerla y disfrutar de sus bondades.

SON: SUBE MUSICA

miércoles, 17 de noviembre de 2010

Fondos o cortinas musicales…

Hace un par de días, una colega me pidió le ayudara a buscar “unas musiquitas” para un reportaje que necesitaba montar con urgencia. Craso error. En La Radio no se trabaja con musiquitas, de lo que se trata es de una cortina o fondo musical. Se les llama indistintamente así: cortina o fondo musical. Una herramienta más para la excelencia de su labor como periodista.
Si se quiere hacer Radio tiene que aprender a valorar los medios que tiene a su disposición para que su trabajo quede perfecto.
Para hacer crecer la imaginación La Radio cuenta con aliados poderosos: la voz, los efectos y la música. Con la voz se pueden transmitir matices, tonos, cadencias, inflexiones y emociones. Los efecto, ayudan en la creación de la situación, y la música colorea el ambiente.
La música de fondo da ritmo, sentimiento y refuerza su mensaje.
Lo primero a tener en cuenta es que no hay musiquitas. Usted necesita seleccionar un fragmento de una obra musical que tiene un autor por tanto lo primero es respetar esa obra que va a elegir para su trabajo periodístico.
No se trata de buscar una “musiquita”, sino una música que le sirva de cortina o fondo musical con la cual va a reforzar el mensaje, enriquecer su trabajo y le va a imprimir un mejor acabado.
Por lo general lleva mucho tiempo elegir la música precisa. Hay que convertirse en una especie de Sherlok Holmes musical para dar con acierto en el fragmento que llega como anillo al dedo.
No es ocioso cuando se oye música, ir anotando algunos temas. Confeccionar una relación ya clasificada y ahí tendrá sugerencias para futuros trabajos.
Si no le presta toda la atención y tiempo necesario a esas cortinas musicales es muy posible que al final obtenga un “churro” en vez de un reportaje.

jueves, 11 de noviembre de 2010

INFORMAR Y COMUNICAR

Una de las condiciones esenciales que debe tener el periodista que trabaja en La Radio es saber escribir para ser escuchado.
Expresarse de la manera atractiva pero sencilla pues el oyente no tendrá una segunda oportunidad para regresar sobre una idea que no quedó suficientemente clara. Así que no queda otra que simplificar. Lo que no quiere decir restar interés. Al contrario, debe tener interés y originalidad.
En La Radio no se trata solo de informar sino de comunicar. La información sólo será comprendida y asimilada si está bien comunicada y eso significa lo que se dice y como se dice.
Puede condenar al fracaso la gran noticia sino está redactada de la forma que impone el estilo radial y si no la lee de la manera correcta con el ritmo y el tono preciso.
Hay que provocar la certeza en lo que se está informando.
Infinidad de ocasiones una excelente información se pierde porque a la hora de ser transmitida se cometieron errores de pronunciación o que por temor escénico y nerviosismo se transmitió mucha inseguridad alargando las vocales, al repetir una y otra vez el ahhh, oohhh, mmmm, o en la prisa por salir al aire no se verificaron todos los datos y uno quedó confuso o era falso. Si el oyente descubre un dato, por simple que sea, que no sea veraz pondrá en tela de juicio todo el resto de la información.

El reto es Informar y comunicar para ello precisa:

Claridad -Brevedad –Precisión –Corrección- Totalidad- Originalidad

La claridad con que se expresan las ideas y para ello es necesario que la estructura lineal de su oración sea Sujeto + Verbo + Predicado
Emplee el mínimo de palabra para dar su información. Breve pero que el mensaje sea completo que no deje la sensación que se quedó algo por decir. Así que debe de ser preciso sin datos que distraigan la atención. Que no falten datos esenciales y sin equivocaciones o traspiés frente al micrófono. Recuerde en el medio se escribe para ser oído.

lunes, 8 de noviembre de 2010

Todo para vender

Muy pocos periodistas tienen la constancia de “vender” en la redacción sus informaciones. Lo usual dejar el trabajo en la PC y el director y/o guionista del noticiero o programa revise la PC y ahí encuentre todas las noticias del día, las que serán destacadas o no de acuerdo al criterio de esa persona, a partir de sus propias pautas e intereses.
La mayoría de las veces el director/guionista del espacio descubre la información cuando ya tiene estructurado el guión, cuando ya seleccionó los titulares. Por lo general, los reporteros no avisan con antelación y en pocas ocasiones llaman a la redacción para que les reserven un tiempo en el noticiero. Así como no hay aviso previo una información que pudo ser destacada pasa sin penas y sin glorias aunque tenía lascas por dónde cortar. Pero no fue “vendida”.
Por supuesto, no me estoy refiriendo a la super noticia, ni a la noticia del día. Esas, suelen venderse solas. Son esperadas con ansiedad y respeto. La que si hay que vender son las las del diario, las que hay que gestionar y ganar en la calle, las que nos dan nuestras propias fuentes , las que demandan mucha astucia y sagacidad periodística. Esas noticias que son como hermanas menores, pero que juegan un importante papel en un sector determinado.
Hay que vender la noticia. Hay que vendérsela al director del programa, del noticiero, a los redactores que hacen boletines y a estos últimos es bueno darles una copia lista para salir al aire. Hay muchos boletines que no llevan grabación, entonces hay que redactar la nota y darla por escrito.
Todos los días no tenemos super noticias; pero, todos los días tenemos que salir al aire y esas informaciones de menor impacto son las que llenan la mayor parte de los noticieros.
Ahora bien: No se trata, sólo de “venderlas” en las redacciones. La radio por su carácter efímero demanda que le avise a los protagonistas de su nota. Comunique con tiempo la hora, el nombre del programa y aclare bien el nombre y frecuencia de la emisora. Estos son datos que parecen obvios, pero no crea, muchas veces hay confusiones al respecto. De preferencia anote todos los datos. De manera que los interesados en esa información puedan incluso, avisarle a familiares y amigos. Algunas personas reclaman la posibilidad de tener una copia de la grabación. Tenga prevista esta posibilidad.
Nunca olvide que para muchos “salir por radio” es todo un acontecimiento.

miércoles, 3 de noviembre de 2010

Sin palabras rebuscadas.

Por lo general cuando se pone en discusión el tema del lenguaje radial, no pocos colegas se pronuncian por su sencillez pero no descartan palabras y términos de uso poco frecuente en el hablar cotidiano. En ese análisis subrayan que se debe instruir al oyente así como cierto sentido pedagógico que atribuyen a LA Radio. Algunos de estos colegas añaden de manera categórica una frase un tanto esteriotipada: No se debe bajar el nivel cultural sino elevar al oyente a un nivel más alto. Más o menos dicen así.
¿Será que el uso de ciertas palabras eleva el nivel cultural y educan? ¿Es así?
Hay que dejarse de boberías.
El vocabulario rebuscado o de poco uso solo impedirá la comprensión. No elevará ningún nivel cultural ni educacional, sencillamente porque educación y cultura no es emplear palabras “raras”.
El proceso de la enseñanza no se reduce a una palabra dicha en La Radio, dónde ni siquiera se tiene la ocasión de ser escuchada por segunda vez. Lo que si conseguirá es que el oyente no lo entienda y quede con la sensación de que el periodista es un petulante. La noticia es para informar. Ni siquiera otros géneros periodísticos más extensos como el comentario, el reportaje o la crónica tienen como propuestas el ampliar la cultura.
No se puede confundir cultura con información. Una persona informada no significa que sea culta, esa es una de las utopías de la cultura de masas.

lunes, 1 de noviembre de 2010

Redactar, oficio de artesano

¿ Qué lenguaje debe utilizar en su información? El de todos los días. Para expresar sus ideas y comunicar su noticia debe emplear el vocabulario que todos emplean a diario .Sólo así será comprensible para toda esa audiencia heterogénea. Nunca suponga que su información está dirigida a un determinado segmento de los oyentes, siempre tendrá a la escucha a personas que están fuera de ese selecto grupo, y su obligación es informar a todos.
Entonces vaya a la media: Ni palabras rebuscadas ni vulgares.
En nuestra lengua tenemos palabras con diversos significados y para cada una puede encontrar una larga relación de sinónimos. Entonces hay que ir despacio y seleccionado las adecuadas. Redactar es un duro oficio en el que hay que ir poniendo las palabras poco a poco.
Evite las que suenan de manera vulgar o mediocre, y restan así elegancia al texto, sobe todo teniendo en cuenta que se escribe para ser escuchado. Cada palabra como que tiene cierta melodía y de acuerdo al contexto adquiere sonidos más o menos armonioso. Por ejemplo la palabra etcétera no suena bien en la radio, es mejor decir entre otros.
Absorber en vez de chupar
Prostituta en vez de puta
Expresó en vez de dijo
Conservar en vez de guardar.
Personas en vez de gentes , y así los ejemplos son miles.

Evite las muletillas como: En otro orden de cosas…
Por otra parte, en otro orden de cosas,ahora bien.
Mientras tanto…
Bueno, entonces, pues, o sea, y sobre todo el insoportable “ya” . Cuantas veces hemos escuchado a periodistas y locutores que hacen una entrevista y constantemente interrumpen con su “ya”…”ya” “ya”.
No caiga en el vicio de las frases comunes:
__No encuentro las palabras precisas para resumir la honda pena que hoy nos reúne: Si no tiene palabras no hable.
__Experiencia maravillosa: Diga la experiencia cada oyente le pondrá el calificativo.
__ Merecidas vacaciones: Las vacaciones no se disfrutan por merecidas, sino por el tiempo y salario acumulado.

Estamos aburridos de las palabras obscenas que escuchamos a diario en la calle, no hace falta que las repita en sus noticias lo cual no significa un NO rotundo. Hay que momentos que se hacen imprescindibles.

Reduzca el numero de palabras que terminan en "ando, iendo y mente" ya que su reiteración es cacofónica. Es imprescindible revisar el uso del gerundio pues suelen ser empleados mal.
En determinadas informaciones se hace indispensable utilizar términos técnicos y muy específicos que no suelen ser del dominio público, por tanto es necesario que se expliquen de manera muy clara.
De igual manera se deben explicar las siglas. Suponemos que todos conocen el significado de siglas como UNESCO, ONU, OMS; pero no siempre es así. Vale decir Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, Organización de Naciones Unidas, La Organización Mundial de la Salud.
En Cuba todos sabemos a que nos referimos cuando decimos CDR, FMC, CTC, MTT. Pero, no es así para los extranjeros que están de visita en la isla o quien pueda estar escuchando su noticia a través de Internet.
No abuse de los adjetivos, quítelos aunque le parezcan imprescindibles.
Mi última recomendación de hoy: Borre de su mente la palabra “interesante”: Es fatal eso de conferencia interesante, un programa interesante, una persona interesante,una entrevista interesante, una tecnología interesante……uuuffff

Lo que bien se concibe, bien se enuncia,
y las palabras llegan fácilmente

miércoles, 27 de octubre de 2010

Breves pero claros.

La información que deje la impresión de no estar completa, simplemente no sirve. El periodista que tenga que ofrecer una explicación extra sobre lo que escribió; no tiene otra alternativa que romper la nota y rehacerla. Su oyente no estará presente para oír las explicaciones al margen.
En La Radio se escribe para ser escuchado y su oyente tiene que entender el mensaje de una sola vez, por tanto se debe ser breve, claro y preciso. No dejar la sensación que quedó algo por decir; o como se dice comúnmente que “ está coja” pero sobre todo hay que expresar las ideas de manera muy clara para que el mensaje llegue a todos: al entendido en la materia pero también a cualquier persona.
Para hablar claro hay que expresar una idea por cada oración. Utilizar frases simples y precisas, oraciones cortas y párrafos con no más de 4 ó 5 líneas. Las oraciones deben ser en voz activa y lineal: sujeto, verbo, predicado y complementos. El sujeto de la oración debe estar explicito, de esa manera reitera al protagonista de su historia. Nunca lo sustituya por un pronombre. Nada de frases incidentales, de palabras complejas o de poco uso.
Lea en voz alta su texto y corrija las frases y palabras cacofónicas y las sonoridades difíciles de ser pronunciadas y menos entendibles.
Hablar claro es ser coherente y pronunciar bien.
Elimine adjetivos, redondee las cifras, quite algunas de ellas. Revise su información con marcado sentido crítico.
Compruebe la exactitud de los datos. Hay que ser precisos y centrar la nota en lo que interesa, seleccione los imprescindibles y deje los demás para dar continuidad a la noticia en los próximos minutos o espacios informativos. La radio reclama de muchas informaciones, si tiene otros después podrá ampliar y refrescar su información, lo que agradecerán sus jefes y sobre todo sus oyentes.

lunes, 25 de octubre de 2010

La palabra precisa

Uno de los retos que tiene que enfrentar cada día el periodista radial es el de utilizar la palabra exacta, precisa. No dejar margen a equívocos. Tampoco se puede repetir la misma palabra una y otra vez. Así que se debe ser extremadamente cuidadoso en el uso de los sinónimos.
Estamos escribiendo, necesitamos un sinónimo y lo más común es recurrir en primera instancia a la ayuda que ofrece Windows. Lo que es totalmente válido. Ahh; pero, no olvide que la relación que ofrece es limitada sobre todos para nuestra profesión. Así que independientemente de este recurso utilice los diccionarios especializados que también tiene a mano a través de Internet.
Sucede además, que en innumerables ocasiones ni aún recurriendo a los textos más especializados es suficiente la lista de sugerencias. No se encuentra la palabra precisa. Entonces se hace necesario re escribir para encontrar la idea afín. Buscar un sinónimo no sólo se limita a una palabra sino que es además encontrar otra manera de decir.
Recuerde que el oyente no tiene una segunda vez para entender y cuando no se comprende bien se da paso a los malos entendidos. Por eso en infinidad de ocasiones oímos a nuestro vecino asegurar con vehemencia que tal noticia la escuchó en la emisora tal aunque esa tal noticia sea el gran disparate.
Olvide las palabras rebuscadas, las que no se emplean a diario y olvídese de todas aquellas que casi nadie entiende ni conocen su significado. No olvide nunca que la mayoría de las personas que escuchan La Radio también están haciendo otras labores, no están atentos el 100 por ciento. Así que su mensaje tiene que ser claro y preciso.
Este fin de semana el conductor de un popular programa de la TV al concluir una entrevista con el cantante Raúl Torres afirmó que el intérprete como parte de su gira nacional haría presentaciones “en otras latitudes geográficas de nuestro país”. Solo tenia que decir en otras ciudades de nuestro país. Pura verborrea que raya en el ridículo.
La Radio exige ser muy claro y emplear las palabras necesarias:
Cito José Ignacio López Vigil, en el Manual Urgente para Radialistas Apasionados:
“…Y en cuanto a las palabras, su capacidad de excitar la imaginación dependerá de escoger las que estén más cercanas a la vida. Si yo digo producto alimenticio, por más que me esfuerce nunca lograré una representación mental de esos dos conceptos. Pero si digo pollo frito, se me hace agua la boca.”

martes, 19 de octubre de 2010

Marque y seleccione las grabaciones antes de comenzar a editar

Cuando se va a editar una información, el periodista tiene que saber exactamente lo que quiere para su trabajo , lo que indica que ya tiene que haber escuchado la grabación de su entrevistado y tener seleccionado los fragmentos que va a utilizar.
Es bien engorroso llegar a edición y escuchar en ese momento toda la grabación para encontrar el segmento seleccionado. Para ubicar con rapidez el fragmento es conveniente que cuando oiga la grabación anote frases que le sirvan de guía.
No se confíe por el control de tiempo que tienen algunas grabadoras, porque suelen surgir imprevistos.
Al hacer la selección debe tener en cuenta la calidad de la grabación sobre todo si va a mezclar esa grabación con la voz grabada en el estudio porque se evidenciará notablemente el desnivel entre una y otra.
Tenga en cuenta lo que dice su entrevistado pero también cómo lo dice. Hay personas muy destacadas en los más disímiles ámbitos y profesiones sin embargo no saben pronunciar bien, hacen largas pausas, utilizan muletillas y demasiadas intersecciones. También pueden estar nerviosos al momento de la grabación y no ser coherentes. Entonces, su deber es seleccionar en su grabación el fragmento con las ideas inteligentes pero bien pronunciadas.
Otra alerta , fíjese si concluye en cadencia o anticadencia.
Lo ideal es que la frase concluya en cadencia. Pero, muchas veces sucede que la frase que necesita para su información termina en anticadencia o se trata de un entrevistado que une una idea con otra y no cierra ninguna oración. Entonces deberá recurrir a ciertos trucos como el poner una interjección al final de la oración, bajar un poco el nivel de la última silaba o darle un poquito de resonancia (R). Su editor seguro tendrá otras opciones

lunes, 18 de octubre de 2010

A la hora de editar.

Este es uno de los pasos más importantes en el proceso creativo. Es el momento clave para unir con arte y técnica los elementos que darán coherencia a su trabajo. El editor convierte en arte la materia prima: voz, música, efectos y los silencios precisos para dar una intensidad.
El editor es el mejor aliado del periodista y debe saber tanto del trabajo que se va a realizar como el propio realizador. Es imprescindible escribir un guión o al menos una escaleta o guión técnico que indique todos los pasos, explicarle todas las ideas e imbuirlo con el entusiasmo creativo. Nunca se puede dejar un elemento como sobre entendido aunque considere que es obvio y lógico. Su editor no es un adivino. Lo que para usted es de manera determinada, no tiene que ser exactamente igual para el editor. Cada quien tiene sus propios códigos y referencias.
Por lo general cuando se va a editar ya se tienen debajo del brazo todos los elementos precisos y que fueron pensados cuando se redactaba y se creaba en ese laboratorio que es la imaginación. Ahora bien una cosa es en la imaginación y otra la verdad. Así que al llevar la idea a la práctica comienzan los contratiempos.
Lo primero que hay que hacer es comprobar si los fragmentos de grabaciones elegidos están en buen estado, si no tienen ruidos parásitos o cualquier otro defecto. Sucede también que se estructura un trabajo, un reportaje por ejemplo, con una música determinada y cuando vamos a localizarla en la fonoteca o en la PC dónde está la música la versión que queremos simplemente no está. Otras veces queremos unos acordes muy precisos pero no tenemos ni idea de dónde extraerlos. En ocasiones se trata de un ambiente y los que hay en el archivo de la PC no dan el sonido que pretendemos.
Lo ideal es dejar que el editor se familiarice con su idea y todos los componentes que conformaran el trabajo .Darle tiempo para que los escuche. De ahí pueden surgir
sugerencias y hasta enmendar algún que otro error.
Resulta excelente editar siempre con la misma persona así se crean vínculos en la manera del hacer y una especie de sintonía artística de forma tal que en ocasiones puede dejarle los materiales y ya él sabe qué hacer y cómo hacer. Sobre todo cuando necesitamos “ ir adelantando” porque estamos escasos de tiempo y nos esperan para salir al aire.
Nunca olvide que el editor es el hacedor artístico del proyecto y será quien logrará realzar y significar el material. Y aún más: Es frecuente que el editor sea además quien le grabe el play back por tanto a la vez que está atento a todo el proceso de grabación será su asesor inmediato en la corrección de errores o alguna palabra mal pronunciada.
Ya muchos periodistas prefieren editar ellos mismos sus informaciones, lo que sin dudas es una gran ventaja. De hecho es ineludible saber editar así que le recomiendo tan pronto se de la oportunidad pase un curso de edición aprenda a desentrañar los misterios de la edición. Aunque le aconsejo que cuando vaya editar un reportaje recurra a un editor, le dará otra opinión, otro punto de vista y los resultados seguramente serán mejores.

lunes, 11 de octubre de 2010

LOS SONIDOS

La Radio es sonido, eso ya todos los sabemos. Salvo esos cortos y muy bien pensados silencios que se convierten en intención, lo demás es sonido: la música, la voz, los efectos: Sonidos y ruidos.
Sonidos cuando transmiten la idea, cuando influyen en la imaginación cuando abren el sentido. Ahora bien si los empleamos de manera excesiva y arbitraria no son más que ruidos que impedirán la comunicación. Su oyente perderá el interés o puede recibir el mensaje de manera equivocada.
Del sonido al ruido hay un pequeño, pequeñísimo paso . Un sonido mal empleado se convierte en un ruido, puede equivocar el mensaje, dar otra intención.
-Si la voz es monótona y se lee la información a modo de carreterilla, lo que percibe el oyente es algo latoso que inmediatamente carecerá de interés.
-Si la música que apoya esa información está al mismo nivel de la voz o más alta no entenderá lo que se dice y dejará de escuchar.
-Si se emplean demasiados efectos y en ocasiones inoportunos su oyente no le prestará atención. También son fatales los efectos que se repiten una y otra vez.
Otro error es pensar que los sonidos se pueden “fabricar”. A veces el experimento sale bien, pero sólo a veces.
-No siempre tenemos que emplear música y efectos.
En muchas informaciones bastan las voces que estén bien grabadas, que se escuchen de manera nítida, sin ruidos. Pero, sucede que hay un desnivel muy elocuente cuando se va a editar la grabación que tenemos con el play back grabado en el estudio. La voz del periodista está muy limpia y la grabación tiene sonidos del medio ambiente. Ese contraste es fatal. ¿el remedio? Muy fácil. Siempre debe grabar un par de minutos del ambiente. Capte en su grabadora las voces de los protagonistas pero también del entorno.
Hay que aprender a escuchar los sonidos del entorno incorporarlo al trabajo ya sea una modesta información o el reportaje del siglo. Ese ambiente es el que ubica a su oyente en el sitio, ese es el sonido que precisa que se abre la puerta y también esté ahí en el lugar de los hechos. Ese es el sonido que hace la fotografía que estimula la imaginación.

miércoles, 6 de octubre de 2010

Las grabadoras digitales y la calidad de las grabaciones

Regreso al tema de las grabaciones.

He estado monitoriando emisoras cubanas , tanto nacionales como provinciales y noto con desagrado la mala, la pésima calidad de las grabaciones.Muchas veces ni se entiende lo grabado. La causa principal son esas grabadoras digitales, tan prácticas, tan delicadas,tan útiles, tan modernas...pero; tan, tan malas. Sobre el tema hay mucha tela que cortar pero me remito a un boletín de “RADISTAS” que tengo en mi e-mail y que con fecha del 20 de septiembre pasado da muy buenas sugerencias:
1.Calidad versus tiempo de grabación

Con el audio digital, la calidad está estrechamente ligada al tamaño y al tiempo.

A mejor calidad de grabación, mayor tamaño de los archivos y mayor espacio ocupamos en la memoria. Por lo tanto, menos tiempo para grabar.

Si solamente queremos recoger el audio para luego transcribirlo, no hay problema, podemos usar las calidades LP o SP, que permiten horas y horas de grabación.

Pero si los audios que recogemos van a salir al aire, es conveniente usar calidades ST o HQ, dependiendo del modelo de grabadora. Quizás sólo podamos grabar una hora pero, al menos, serán sonidos que escuche bien la audiencia.


2. Micrófonos externos

Las grabadoras profesionales traen incorporados micrófonos de altísima calidad, pero la mayor parte de ellas vienen con micrófonos muy mediocres. Es recomendable conectar un micrófono externo para mejorar la captación del audio.

También hay que considerar la dirección en la que colocamos el micro. Si lo dejamos en la mesa botado o no se lo ponemos en la dirección de la boca del entrevistado, los resultados no serán los mejores.

3. Tipo de micrófono

Por lo general, todas las grabadoras nos permiten elegir entre dos tipos de micrófono.

Dependiendo de las marcas, pueden ser Conference / High (H) o el de Dictation/ Low (L).

El primero está pensado para grabar eventos donde nos interesa recoger la mayor parte de sonidos que se produzcan. Son micrófonos de alta sensibilidad. Esto significa que captarán demasiado ruido para nuestros intereses radiofónicos. Trabaja mejor en modo L y con la grabadora cerca de la persona que habla.


4. Descargar audios


Casi todos los modelos de grabadora cuentan con puertos USB que permiten descargar los audios en calidad digital y en breve tiempo. No es recomendable usar la salida de audífonos para grabar el audios en la computadoras porque, además de la demora por hacerlo en tiempo real, se pierde demasiada calidad.


BIBLIOGRAFÍA

Manual para Radialistas Analfatécnicos , de Santiago García Gago. www.analfatecnicos.net. Una producción de Radialistas.net y UNESCO.

lunes, 4 de octubre de 2010

Uso y abuso de cifras

Uno de los pecados capitales son esas informaciones atiborradas de cifras, de por cientos, números que comparan un periodo con otro. Cifras y cifras que a la casi totalidad de los oyentes no les dice absolutamente nada. Peor, que ni siquiera escuchan.
Las cifras son un arma de doble filo y solo consiguen abrumar y hacer tediosa la información.
Hace poco escuché una información que relacionaba una cifra con la altura del hotel Habana Libre. Válida la comparación para los habitantes de la capital cubana pero…¿ y los que no conocen la instalación? Muchos cubanos no tienen idea de la altura del Habana Libre. Lo más aceptado es decir de un edificio de 21 pisos, ese dato puede ser descodificado tanto por un cubano como por cualquier ciudadano de este mundo que escuche la emisora por Internet.
Otro ejemplo:
En el primer trimestre de este año la empresa X obtuvo ganancias superiores al 10% en comparación con la cifra registrada el año pasado en igual periodo.
¿y?, no dice la cifra del año pasado. Creo que aquí el periodista nos tomó por bobos.
Los organizadores de las ferias y exposiciones comerciales siempre dan a conocer la cantidad de metros cuadrados y señalan que es muy importante ese dato para conocer la extensión que tendrá el recinto y la significación de la muestra. En este caso hay que decir: Bravo, para los organizadores. Sin embargo a la mayoría de los demás mortales ese dato no les dice nada. No son expertos en la organización de ferias y exposiciones. El dato que si les va a interesar es el horario para el público y que novedades pueden ser atractivas.
El que el empleo de las cifras sea controvertido no quiere decir que se prescinda de ellas, sino saber utilizarlas. Debo reconocer que en infinidad de ocasiones una cifra actualizada me permitió redactar una nota. Por supuesto, la cifra y la información que ya tenía sobre el tema en cuestión.
En La Radio cuando se escribe una cifra ya sea para una información que tenemos de primera mano o sea de otra obtenida a través de las agencias de noticias, hay que tener muy presente las reglas básicas que exige el medio radial.

Cuando tenga que escribir una cifra llévela a números redondos:
2 millones 459 mil 688 se queda en 2 millones 500 mil

Muchas veces he escuchado en diversas emisoras: Más de 2 millones de visitantes. Entonces, más de 2 millones pueden ser 3, 4, 5 ó 6 millones. Aproxímela:
Cerca de 2 millones. Aproximadamente 2 millones.
Combine los números y las letras para que sea más fácil la comprensión y no se confunda a la hora de leer el dato.
Nunca emplee números romanos. Puede llevarse un buen susto al aire si tiene que descifrar XXIV. Al menos le hará hacer una pausa que puede convertirse en un bache. Es más fácil y cómo si escribe VIGESIMO CUARTO.
Y recuerde es VIGESIMO CUARTO ANIVERSARIO o ANIVERSARIO 24. Nunca 24 ANIVERSARIO. Aunque ya he leído que comienzan a ser autorizadas ambas formas.
No se porque algunos periodistas se empeñan en decir: CUADRAGÉSIMO SÉPTIMO o SEPTUAGÉSIMO SÉPTIMO, una verdadera complicación que puede ser llevada a una compresión rápida y sencilla: 47 y 77.
En la Carta de Estilo de la emisora debe estar regulado el tratamiento que se le dará a las cifras.

jueves, 30 de septiembre de 2010

En el apuro por salir al aire

El tiempo es la espada de Damocles que tenemos todos los que trabajamos en La Radio. Sobre todo para los reporteros. Siempre hay que andar corriendo porque apenas alcanza el tiempo para salir al aire. En ese apuro y corre-corre por no llegar tarde, por ser el primero en dar la noticia o simplemente porque hay un noticiero esperando se cometen errores al no verificar datos o simplemente hay una equivocación a la hora de redactar o de improvisaren vivo.
La prisa y el no revisar son enemigos de la excelencia.
Aunque el tiempo apremia hay que verificar y salir al aire con los datos precisos y veraces. En ese apuro es muy posible que su nota no sea una obra de arte pero si tiene que ser una noticia con todas las de la ley y sobre todo que deje abierto el margen para la equivocación o el mal entendido ni a pifias de las que sólo nos damos cuenta después que están al aire. Barbaridades que te hacen a ti mismo preguntarte cómo fue posible tal error.
No vale eso de errores grandes y pequeños, todos los errores son terribles desde aquellos que implican un cambio de una letra, o una S aspirada, hasta los más temibles cuando se trata de datos equivocados.
No se haga cómplice de aquello de que “siempre hay un margen para la equivocación”. Porque ya de entrada está en el camino del error.
Nunca escriba en su agenda un dato del que no está plenamente confiado.
A mi me ha funcionado muy bien eso de: ANTE LA DUDA, ASTENTE.
Muchas veces cuando escribimos o leemos apresurados cometemos un disparate y no nos percatamos en primera instancia de ello. Es útil dejar reposar un rato el texto y luego regresar a él, y leerlo más de una vez para así evitar errores.
No te perdones, ni justifiques, ni dispenses un error por insignificante que parezca.
Lleva al aire lo antes posible esa noticia que está quemando las manos; pero, respira antes de hacerla publica. Léela otra vez, léela en voz alta para ti y escucha con atención lo que dices. Recuerda siempre que el tiempo no justifica y menos aún, nunca perdona la chapucería.

lunes, 27 de septiembre de 2010

La noticia exclusiva.

Hay siempre un marcado interés por ser el primero en dar una noticia.
Sobre todo esa de la que estamos seguros tendrá un gran impacto por su actualidad o provocará la polémica o la curiosidad o por las personas que involucra… en fin esa noticia que es una especie de bomba que no dejará a casi nadie indiferente. La noticia exclusiva que en el argot del medio se llama “palo periodístico”.
Este tipo de noticias es el golpe que todos los periodistas desean tener. Unos, esperan que les caiga del cielo. De hecho algunas llegan por pura casualidad. Otras, son el producto de periodistas más audaces y osados que la buscan, se ponen en la pista o la intuyen detrás de datos inocentes.
La noticia crece se magnifica y alcanza su protagonismo.
Lo cierto es que esa noticia en exclusiva que acapara el titular del día y rápidamente comienza a ser repetida por órganos de prensa y sube a Internet y las visitas se multiplican en minutos, constituyen un palo periodístico que proporciona un momento de gloria, da al periodista un sabor indescriptible y orgullo profesional.
Quien lance una de estas noticias espectaculares y luego tenga que retractarse y hacer aclaraciones quedará estigmatizado de por vida. La noticia no debe ser tratada como un producto que hay que poner súbitamente a la venta. Aunque siempre hay por ahí algún inescrupuloso que hace cualquier cosa con tal que su nombre rubrique el titular del día.

Como señalara el argentino Tomás Eloy Martínez, ensayista, escritor y periodista:


Preguntar, indagar, conocer, dudar, confirmar cien veces antes de informar: esos son los verbos capitales de una profesión en la que toda palabra es un riesgo”

jueves, 23 de septiembre de 2010

La noticia. ¿ noticia o información?

"Aunque todas las noticias pretenden interesar, informar o entretener a alguien en alguna parte, ninguna es de interés para todo el público.”

Excelente definición de Hannia Hoffmann en Introducción al Periodismo un texto que encontré fortuitamente en Internet. No se si la frase es suya, pero si creo que debemos hacerla nuestra en el quehacer diario del periodismo radial.

Algunos colegas le llaman “olfato periodístico”, otros; “intuición” o “perspicacia” lo cierto es que un buen periodista sabe detectar dónde está el dato preciso que hace de la información, noticia. Es una especie de séptimo sentido que no es innato sino que se cultiva. Se crea con la observación, la información que se tenga, el conocimiento acumulado, es ese dato que despierta interés, curiosidad, que es inédito y relevante.

Cada día escucho una cantidad terrible de “noticias” que no son noticias ni informaciones y que van destinadas a un muy selecto oyente, tan selecto que es preferible un correo electrónico y no se malgaste la potencialidad que da La Radio.

Puede ser que el director de una fábrica le llame muy entusiasmado porque acaba de cumplir su plan de producción anual con 20 días de antelación a la fecha determinada. Pero qué produce, qué significa esa producción a la economía, qué interés tiene esa producción para los ciudadanos. Bueno, si usted trabaja en una emisora local quizás para los pobladores cercanos a la fabrica dónde encuentran empleo, tenga cierto interés todo lo relativo al tema pero si su emisora es nacional ¿le interesará a todos sus oyentes esa información? No lo creo aunque quizás tenga cierta curiosidad si se rompió un récord histórico.

Al oyente común no le interesa las caballerías o hectáreas que se hayan sembrado de papas, ni su fertilización o recolección. Lo que le interesa es la papa en el mercado y la papa frita que está en su mesa.

En realidad los ejemplos son múltiples de todas las veces que intentan darnos gato por liebre y vendernos un simple dato estadístico como la mejor y más sobresaliente noticia.
También sucede que hay noticias importantes pero que no le interesan a todos, y dejan inconmovibles a nuestros vecinos, y no por eso dejan de ser noticias. Todo depende del marco de referencia de cada cual. Pero, si usted se concentra en lo novedoso, en ese dato que hace que sus neuronas pestañeen, entonces escriba su nota ahí hay una noticia.

lunes, 20 de septiembre de 2010

El periodista y las relaciones publicas.

Si hay algo que debe tener bien presente un reportero de radio es que no puede dormirse en los laureles. No basta con ser la gran estrella hoy, tiene que serlo mañana y todos los días. Su labor siempre tiene que ser constante, ingeniosa, intuitiva y con calidad. Es el día a día que no da tregua. Una emisora de radio siempre tiene un programa al aire que necesita noticias y más noticias. Incluso aquellos espacios que no son noticiosos abren sus micrófonos al periodista cuando se trata de una noticia de último minuto y de repercusión nacional.
En muchas emisoras no basta con la información diaria y los programas exigen que la nota esté actualizada y su personalización.
El Reportero se convierte así en una especie de abastecedor de materia prima y para conseguir todas las informaciones tiene que tener muchas y muy buenas relaciones en empresa, organizaciones, instituciones con personas que sean confiables y capaces de suministrar el dato preciso.
Debe tener excelentes relaciones y ser amable, cortes y amigable con todos. Nunca puede despreciar el trato con nadie. El empleado más sencillo y humilde le puede proporcional una pista. Una secretaria puede abrirle la puerta del jefe, darle la hora exacta en que el jefe estará desocupado y pueda atenderle o facilitarle el número telefónico que precisa. Todo depende del trato, de las relaciones personales que haya logrado establecer. Tiene que tender un puente de afecto, de simpatía, de cordialidad y cuidarlo con esmero porque ese puente puede ser frágil y romperse si lo basa en el interés, si antepone su provecho personal si lo convierte en un lucro para su exclusivo beneficio.
Por muy apurado que esté, tómese unos minutos para saludar a aquellas personas que le facilitan información, comparta y no sólo cuando precisa datos, hágalo con frecuencia. Tenga presente sus cumpleaños. Una tarje de felicitación en fechas determinadas. A todos nos gusta escuchar frases amables, cordiales y halagadoras pero; eso si, jamás adulonas.

viernes, 17 de septiembre de 2010

Un buen archivo es un excelente aliado

Por muy sagaz que sea, su perspicacia va a ser inoperante muchas veces. Me refiero a esos días apacibles en que no sucede nada y nadie tiene nada nuevo que decir. Los días festivos o luctuosos, los periodos de vacaciones o cuando confió en alguien que le daría una información y esa persona no está disponible por cualquier causa. Claro, me refiero a esos días que por más empeño que ponga nadie responde. Pero, usted como reportero tiene que llevar una información o tiene un programa que saldrá al aire en unas horas y tiene que tener información. Entonces, tiene a la mano un buen recurso si supo guardar para el futuro: SU ARCHIVO
__Un buen archivo es un aliado que le permitirá salir de un apuro. Pero sea selectivo solo conserve aquellos materiales que puedan ser utilizados en otra ocasión tanto de manera informativa y sobre todo los que tengan interés histórico. Póngalos a buen recaudo porque en las emisoras se borra sin contemplaciones sobre todo cuando los discos duros de las computadoras amenazan con colapsar.
__Puede actualizar una información. Pero ojo, hay datos que precisan ser revisados de nuevo. Si involucra a alguna persona compruebe si aún está en esa responsabilidad o cargo y no es nada ocioso ponerse en contacto con ella y decirle que va a retomar la información. Nunca deje nada al azar.

__ No deje los datos en la grabación. Tenga una agenda que le permita consultar o verificar sus informaciones, y consérvela por más de un año porque en muchas ocasiones necesitará ese dato del pasado año para comparar determinadas cifras.

__ De igual modo hay grabaciones que precisan ser conservadas pero sólo conserve aquellos fragmentos útiles, testimonios que por su carácter pueden ser retomados o que son históricos.

__ Siempre conserve una copia de su información por varios días. Quizás necesite retomarla y tendrá la versión exacta de lo que dijo en caso de reclamos por posibles errores.

lunes, 13 de septiembre de 2010

Revise siempre su grabadora

Como los reporteros siempre andan en la calle haciendo entrevistas deben conocer muchos de los llamados “poquitos” y preparar condiciones para que la grabación quede con calidad y entre ellos es muy importante verificar la grabadora, la carga de la batería, la conexión del micrófono. No cometa el error de sacar del bolso la grabadora, ponchar el botón de record y a grabar. Puede llevarse un buen sobresalto al descubrir que perdió la oportunidad de su vida porque su gran aliada no grabó nada.
Muchas veces cuando se guarda la grabadora se corre el botón de la pausa o se le descargan las pilas o suceden otros imprevistos. Aunque le parezca que no puede perder ni un segundo para hacer la grabación tenga siempre el cuidado de darle un vistazo a su equipo y comprobarlo. Revise todo, haga una prueba de grabación y chequee si todo perfecto. Más vale perder un par de segundos que toda la grabación.
Haga el habito de antes de salir de casa inspeccionar su grabadora, el micrófono, comprobar que todo funcione.
Una batería descargada es un buen lío. Lo ideal es tener dos pares y que sean recargables y cuando no está utilizándolas debe ponerlas a recargar.
No espere a que se descarguen totalmente.

miércoles, 8 de septiembre de 2010

El microfono, sus reglas

El micrófono

Le decía en el comentario anterior que cuando realice una entrevista siempre mantenga usted el micrófono. Esto es clave para mantener la calidad de la grabación.
Muchas veces su entrevistado tratará de manera involuntaria sujetar el micrófono, pero usted mantenga su mano y no lo suelte. No tenga pena porque de ese detalle depende su trabajo.
__ Debe mantener la distancia recomendada entre el micrófono y la boca de su interlocutor.
__ Si utiliza un micrófono acoplado, no ponga la grabadora sobre una mesa lejos de la boca de quien habla, al contrario manténgala cerca.
__ Tenga en cuenta si hay viento porque su sonido grabado opaca las voces y es terrible.
__ Nunca cambie la posición del micrófono hasta que no concluya la frase. Tómese su tiempo. Haga su pregunta, después mueva la muñeca de su mano para que gire suavemente, extienda el brazo hasta la distancia la boca de su entrevistado. Espere que este termine su frase para dirigir de nuevo el micrófono hasta usted y hacer entonces la siguiente pregunta.
Por ser movido con rapidez el micrófono mil veces he escuchado entrevistas que no se entienden los finales de las frases.
__ Hay micrófonos o su cable que al ser girados hacen un ruido que sale en la grabación.
__ No apoye el micrófono a la grabadora

jueves, 2 de septiembre de 2010

Grabar para corregir errores

No hay que darle muchas vueltas al asunto: Los periodistas que trabajamos en La radio estamos obligados a ser coherentes al expresar las ideas pero también hay que pronunciar bien. No están permitido los errores de dicción, ni equívocos .
Es garrafal la mala dicción.
Lo primero que hay que hacer es identificar sus propios errores y para ello hay un método sencillo y muy eficaz: hacer una grabación.
Lea un par de noticias y escuche detenidamente cada palabra y su manera de leer.
También le ayudará el improvisar frente a su grabadora.
Preste mucha atención a cada palabra pronunciada pero también compruebe si en la exposición de sus ideas es claro, concreto y directo.
Cuando haga una intervención en vivo lleve la grabadora al estudio y grabe. Cuando escuche la grabación e identifique los errores no podrá corregir ninguno pero sabrá sobre que aspectos debe trabajar y lo más probable es que el defecto de hoy será repetido al día siguiente. Pero, la necesidad de corregirlo estará ya en su subconsciente, y sentirá en sus neuronas una especie de toque de alarma cuando lo cometa la próxima vez a partir de entonces no tardará demasiado en ser eliminado.
Sea consigo mismo el más acérrimo de los críticos.

lunes, 30 de agosto de 2010

Pronunciar , articular, decir y decir bien

Hay que saber decir y lo que se dice, decirlo bien. Esta frase la he escuchado mil veces y la cosa es exactamente así para que el mensaje llegue de manera clara y precisa.
__ Estoy hoy “mataó”, ojalá no hayas oido mi programa porque fue un verdadero desastre. Así me dijo hoy un amigo que conduce uno de los programas más populares en la radio cubana.
Y si había escuchado su programa con errores incluidos. No tanto por lo que decía, sino como lo decía, y en La Radio esto es fatal. Por mucho que sepa de un tema y por muy locuaz que sea a la hora de presentarlo se irá al traste todo el esfuerzo si comete errores en la pronunciación. Articular bien cada palabra es esencial en la comunicación.
Ahora recuerdo a una colega que en ocasiones decía: __ uufff, habla como los perros.
Pronunciar bien no es una tarea limitada a los profesionales de La Radio. Hablar correctamente es indispensable en la vida cotidiana, todos alguna vez tenemos que hablar en publico, o por simple coquetería de mujer y galanteo masculino. En las escuelas se debería enseñar conjuntamente con los cursos de ortografía y gramática.
Cuando se articula actúa el llamado mecanismo de fonación en el cual interviene el sistema respiratorio, el diafragma, las cuerdas vocales, la garganta, la lengua, los maxilares superior e inferior, la dentadura y los labios. Es por eso que se pronuncia mal por ejemplo cuando se está acatarrado, afónico, si alguna molestia aqueja a la lengua o la garganta y cuando falta algún diente.
También hay que tener en cuenta la pronunciación de cada zona o región del país. En Cuba los que son oriundo de la región oriental hablan con un ritmo muy diferente a los que viven en el occidente de la isla. Así como un mexicano, un peruano o un colombiano hablan de manera diferente.
Es muy útil en grabarse a si mismo para escuchar nuestra propia voz, la articulación, el como se respira, las pausas… en fin grabe y sea el más exigente de los críticos. Hágalo cada cierto tiempo y ya verá como poco a poco irá eliminando desastres.
Para ayudar a su pronunciación hay un ejercicio básico: Coloque un lápiz entre los dientes, muérdalo levemente y lea así 5 minutos diarios.
Pronuncie la letra r o rr: r con r cigarro, r con r barril, rápido corren los carros cargados de azúcar por la línea del ferrocarril.

martes, 24 de agosto de 2010

Aprende a respirar para hablar por radio

Internet me pone a ratos en aprietos. Si, porque tengo que buscar títulos que sean fieles a lo que deseo escribir y luego que sean capaces de aparecer en una búsqueda rápida por google u otro buscador. Así que elegí este titulo “Aprende a respirar para hablar por radio” ya que tiene palabras claves lo que ayudará en gran medida en el buscador. Aunque, para el comentario de hoy con una sola palabra bastaría: respiración. En fin el mar…


Todos respiramos sin pensar en ello. Hay un viejo dicho que afirma que quien tiene nariz sabe respirar... pero no siempre es asi. Al menos en la radio quien no domine la técnica de la respiración sufrirá buenos aprietos. Por lo general es a golpe y porrazo que aprendemos a observar nuestra respiración, oír nuestra respiración, cuidarla y pocas veces se hacen ejercicios para que sea óptima.
No hay nada más desagradable que escuchar a través de la radio como alguien respira, sobre todo cuando lo hace de manera sobrecortada, profunda y con cierto ahogo cada dos palabras.
La respiración influye en el ritmo de lectura y obliga acelerarlo o disminuirlo cuando no se tiene suficiente aire lo que resulta un grave error porque las pausas no se hacen correctamente, se rompen los grupos fónicos y no se comprende lo que se lee.
Lo recomendable es que respire y aspire con naturalidad. La nariz para inspirar y la boca para espirar, suave, tranquilo, despacio para lograr hablar de la manera que más cómodo se sienta.
La regla básica para que la voz se sienta limpia y natura es dirigir el aire al diafragma y no a la garganta o al tórax.
Los libros especializados en Técnicas de Locución traen variados ejercicios para mejorar la respiración,lograr retener una mayor cantidad de aire y lograr mayores registros, intensidades y texturas en la voz. Esos ejercicios contribuyen a controlar el diafragma, manejar mejor el aire, evitar lesiones y la voz será más natural.
El primer hábito que hay que tener cuidar su respiración es el de NO FUMAR. No sólo por cuidar su respiración sino porque quien fuma suele tener flemas y una flema cuando se está al aire es algo terrible.

En el sitio http://www.clasesdelocucion.com.ar encontré el comentario que adjunto:

Ejercicios para el "Locutor-Orador"

La respiración que utilizan los locutores no es
la respiración que utiliza el resto de las
personas. Los Locutores utilizamos la
respiración "costo-diafragmática". Esta forma
de respirar nos permite poseer una capacidad
de aire superior en un 60% con respecto a la
respiración normal.

Respirar "Costo-diafragmáticamente" significa
respirar llevando el aire hacia la Base de los
pulmones. Los pulmones poseen la forma
de un cono. Cuando una persona no entrenada
respira, solo llena la parte superior del cono, de
mucho menor capacidad que la base.

Al respirar "Costo-diafragmáticamente",
estaremos llenando con aire la parte baja de los
pulmones de mayor capacidad. Notaremos que
en cada inhalación, nuestro estómago (panza)
se desplaza hacia afuera. Esto no significa que
"Respiramos con el estómago". El aire NO va
al estómago, sino que se dirige a la base de
los pulmones y hace que el "Diafragma" se desplace.
Al desplazarse el músculo diafragmático, también
se desplazan las vísceras y por eso parece
que el estómago "Sale".

viernes, 20 de agosto de 2010

EFECTOS Y SONIDOS


Estaba revisando algunos sitios web y encontré muchísimas páginas que dan la oportunidad de descargar efectos sonoros. En nuestro medio, los efectos sonoros son útiles y necesarios en determinados espacios. Son increíbles las combinaciones de sonido que se hacen para lograr objetivos determinados. Es un trabajo exhaustivo y muy profesional.
En la radio cubana están los “musicalizadores” quienes son los encargados de seleccionar la música que será empleada como fondo así como determinados efectos. Hay otros efectos que se hacen en el estudio y esta es entonces tarea del “efectista”. Tanto los musicalizadores como los efectistas laboran principalmente en los programas dramatizados. En los Informativos se prescinde de sus servicios ya que sólo en contadas ocasiones se utilizan los efectos.
En RADIO TAINO están habilitados un par de archivos donde se pueden encontrar efectos. La mayoría de ellos fueron grabados hace mucho tiempo o como diría un buen cubano: en tiempos de ñañá seré. Así que no se puede confiar. Ni en su calidad sonora ni que sea el sonido correspondiente. Los sonidos varían con la época, así por ejemplo el timbre de un teléfonos de 1979, por citar una fecha cualquiera, nada tiene que ver con el de hoy. El discado menos. Los motores de los autos, de los ómnibus o de las motocicletas de hoy tienen diferencias a los del pasado siglo... y así los ejemplos son muchos.
Lo recomendable es que si precisas de un efecto determinado, lo mejor es grabarlo y no conformarse lo que está en un viejo archivo.
Así como es de eficaz una música para lograr un propósito, un buen efecto es imprescindible. Sustituye descripciones y creará en segundos determinado ambiente, por ejemplo:
El sonido de platos y cubiertos, una canción tocada en un piano y murmullos con alguna risa ubicará de inmediato en un restaurante.
Un par de claxon, autos que se acercan y alejan rápidos, puerta de auto que se abre y cierra, un auto que arranca, un ómnibus que transita, una conversación lejana le ubicará en una ciudad… Ah, pero el sonido de una ciudad no es universal. No son los mismos sonidos que se siente en la céntrica intersección de las calles 23 y L , en pleno corazón de La Habana, que el que escuchamos un par de cuadras más abajo en “ 23 y P” y menos aún en “La calle Real”, de Pinar del Río…La Habana, no tiene los mismos sonidos que Lima, Buenos Aires, Santiago de Chile o Paris.
Lo más recomendable es una grabación “in situ” del lugar al que se hará referencia en el trabajo periodístico.
Algunos sonidos pueden ser elaborados y combinados para lograr un objetivo determinado este , por supuesto, es un propósito más artístico y requiere de más concentración e imaginación . Pero alerta: No siempre el efecto deseado se puede “construir en casa”. Para los trabajos periodísticos la realidad se impone. Lo ideal es tomar el sonido del medio que nos rodea. Si va a hacer una entrevista fuera de un estudio, es recomendable grabar unos minutos del ambiente dónde se realizará, así podrá ponerlo de fondo en caso que tenga que añadir una pregunta o comentario.
Si ya tienes en mente hacer un reportaje, por ejemplo, hay que pensar con el oído y grabar los sonidos necesarios. Eso si, sin abusar de su uso. Un buen efecto en el momento indicado es una imagen, pero si se abusa de ellos, si no están ubicados justo en el segundo correcto, ese efecto puede convertirse en un ruido, y los ruidos ya todos sabemos son indeseados.

lunes, 16 de agosto de 2010

...de errores corrientes

Quienes laboramos en La Radio sabemos que para en este medio se escribe para leer. La Radio no va de la mano de la Literatura. La Radio marcha unida al sonido y así hay que pensar cuando se escribe.

Al redactar se deben tener en cuenta varias reglas que de pronto parecen demasiadas y difíciles de recordar. Nada de eso. Con la práctica diaria se van incorporando y muchas de ellas se convierten en fuertes aliadas en la vida cotidiana tanto en la profesional como en la social.

La Radio exige espontaneidad, ser coherente a la hora de exponer tus ideas, pronunciar correctamente.

Las palabras deben ser las exactas que no den pie a la ambigüedad, tampoco deben ser rebuscadas ni de difícil comprensión.

Las ideas deben ser expuestas de manera clara y sencilla. Se deben evitar los párrafos largos, lo ideal son los de cuatro líneas.

Lo correcto son las estructuras simples, las frases cortas, los verbos activos y en presente. El oyente no puede recibir una frase que no se entienda desde el primer momento porque no puede solicitar que le repitan el párrafo. No hay vuelta atrás por eso el mensaje tiene que ser claro y preciso. No olvide, que por lo general el oyente realiza otra labor en lo que tiene encendida la radio.


Un error garrafal es el empleo de oraciones incidentales pues tienden a confundir. Por lo general ese tipo de oración puede ser obviada pero si le resulta ineludible le recomiendo que escriba la oración principal y luego coloque la incidental. Por ejemplo:
LOC: En la zona norte de Camaguey se labora arduamente por incrementar el ganado vacuno. Esa región oriental es la más ganadera de nuestra isla.

De esa forma evitamos el error de decir:

LOC:En la zona norte de Camaguey, localizada en la zona orienta y considerada la más ganadera de nuestra isla, se labora arduamente por incrementar el ganado vacuno.

Otro de los errores comunes en la radio es el siguiente:

LOC En el día de Rusia en la Feria se firmaron importantes contratos que tienen como fin la exploración y explotación de de petróleo en las áreas acordadas.

LOC: Este país tiene otros importantes acuerdos económicos con Cuba.

En el segundo párrafo no se debe escribir “este país” sino “ese país”.

“Este” es un pronombre demostrativo que designa algo que física o mentalmente está cerca de la persona que habla o representan lo que se acaba de mencionar:


Otro error muy frecuente es:

LOC:La Organización Mundial del Turismo dijo que para los próximos años…

Lo correcto es decir:

LOC: Representantes de Organización Mundial del Turismo afirmaron que para los próximos años…

Las instituciones, organizaciones, el estado, el gobierno no dicen nada los que dicen son sus representantes, los voceros, sus integrantes, sus organizadores.


Hay muchos más que decir en este tema así que en otra ocasión lo retomo ...

jueves, 12 de agosto de 2010

¿Los espacios informativos pueden tener números musicales?

A ratos sale a relucir una vieja polémica: ¿los espacios informativos pueden tener números musicales?
La primera interrogante que me asalta es la clasificación de informativos: ¿Se trata de los espacios bajo la égida del Departamento informativo de una emisora? En todos los programas hay información, los espacios clasificados como netamente musicales ofrecen información.
Las llamadas revistas informativas tienen entre su perfil la transmisión de números musicales.
Ahora bien un noticiero es otro asunto.
El oyente del noticiero sólo quiere noticias y los hacedores de este tipo de espacio sólo ofrecen noticias. Es un programa corto por lo general de media hora, y su fin y razón es únicamente la noticia. Pero, los informativos son harina de otro costal.
A mi criterio un programa puede o no transmitir música en dependencia de su propia esencia, al público a que va dirigido, a su horario, a su perfil.
Muchas personas cuando se levantan temprano en la mañana gustan informarse y mientras hacen su aseo personal y desayunan escuchan determinados espacios. A ese oyente un número musical no le interesa. No quiere música, quiere noticias. Tiene poco tiempo, está apurado para llegar temprano a su oficina, a la escuela. Por ahí está el éxito del matutino de Radio Reloj, en media hora el oyente ya sabe que sucedió en el mundo.
Pero a ese mismo oyente en horas de la tarde cuando regresa a su casa busca en el dial un programa que le de información para conocer que ha sucedido en lo que él estaba inmenso en su trabajo o estudio y no le disgusta un número musical. Todo lo contrario, escuchar música le ayuda a eliminar el stress. Si quiere noticias por noticias esperará los noticieros vespertinos y mientras le caerá bien un espacio que le de información variada, que tenga noticias y música.
Los tiempos cambian. Las clasificaciones rígidas ya no suelen funcionar. Infinidad de veces hemos visto como una norma que se pensaba sería inviolable por los siglos de los siglos fue tirada al traste por algún innovador. Por el momento los noticieros son aceptados sin música, quiero decir música cantada, porque todos los noticieros tienen cortinas que sirven como se dice popularmente “ para refrescar” y “ separar una noticia de otra”. El resto de los espacios clasificados como informativos deben estar abiertos, a transmitir números musicales. Eso si, siempre que la propuesta funcione para el segmento de publico al que está dirigido y logre atraer a más oyentes.