viernes, 11 de octubre de 2013

¿El radioperiodista líder de opinión?




Recibo  un correo de una estudiante argentina y entre varios asuntos me pregunta si el hecho de ser periodista  la convierte en líder de opinión. Por supuesto que no. Los periodistas somos informadores. Lo que escribimos sale al aire y despierta el interés en aquellas personas que nos escuchan. Nuestros reportes despiertan interés o  aburrimiento, en dependencia de lo que seamos capaces de decir.
Ahora bien para ser un líder de opinión se precisa de algo más.
El radioperiodista tiene a su haber una emisora a través de la cual puede  hacer que sus opiniones llegue a un número indeterminado de personas y puede influir en la medida que sea capaz de saber exponer sus ideas y convencer con razones a los radioyentes. Lo que si te eleva a líder de opinión son las ideas que seas capaz de exponer  pero sobre todo de convencer con ellas. Destacarte en lo que dices, como lo dices e influir en tus oyentes. 
 Líder de opinión es quien se destaca por sus conocimientos  por su capacidad de opinar  en temas de interés. Son personas que están bien informadas porque son conocedoras y saben comunicarse . Son quienes hablan más, valoran más, son más activos y carismáticos.  

miércoles, 2 de octubre de 2013

Cinco malas palabras que los periodistas deben decir sin ruborizarse



El siguiente trabajo lo tomé de IJNET red de periodistas internacionales . 

 


Cinco malas palabras que los periodistas deben decir sin ruborizarse

por James Breiner


El periodismo es el mejor oficio del mundo y trabajar con periodistas es divertido. Son irreverentes, inteligentes y graciosos.

Sin embargo, como grupo, tendemos a ser arrogantes y puritanos (me incluyo en esta crítica). Tendemos a vernos como sacerdotes de una profesión exclusiva y portadores de una normativa ética especial que sólo unos pocos podemos cumplir. Nos vemos a nosotros mismos como más puros, más objetivos y menos afectados por los prejuicios de los simples mortales que cubrimos.

Eso es al menos una parte de la razón por la que tenemos problemas en el nuevo mundo del periodismo emprendedor, donde los periodistas lanzan sus propios medios de comunicación. Si queremos fundar un medio, tenemos que reconocer por primera vez que el periodismo es un negocio, que alguien tiene que pagar las cuentas y que el periodismo involucra el intercambio de dinero. ¿Dinero? Esta es una mala palabra para los periodistas. Nos hace ruborizar. Se lo asocia con el tráfico de influencias, grupos de presión, el soborno, la corrupción y otros temas que suelen ser cubiertos por el periodismo de investigación.

Aquí tienen otras malas palabras que los periodistas tendrán que aprender a decir sin ruborizarse:

1. Negocios.

El periodismo es un negocio. Sí, es un servicio público, pero es también un negocio. Si no fuera un negocio, los periodistas no podrían ganar un salario. Ahora que no es tan buen negocio como solía ser, los periodistas están dándose cuenta de que ellos mismos pueden hacerlo mejor que sus empleadores.

Inicie su propio medio de comunicación, hágalo en línea a bajo costo y cree algo que sirva a su comunidad.

2. Mercadeo (marketing).

Esta es la disciplina de identificar las necesidades y aspiraciones de un público objetivo, de crear un producto para servir a ese público y de hacerle llegar mensajes convincentes sobre el producto. El marketing nos ayuda a alcanzar y servir a más gente y servirle mejor. En su forma más básica, esta mala palabra significa conocer a sus clientes o lectores así como sus intereses y aspiraciones.

Durante el pasado medio siglo, los periodistas hemos vivido en una burbuja, aislados de los lectores. Algunos de nosotros suponíamos que el público tenía la responsabilidad cívica de leer nuestros artículos aun cuando prestábamos poca atención a escribirlos bien. Con demasiada frecuencia escribíamos para impresionar a nuestros colegas o al pequeño círculo de nuestras fuentes.

La parte comercial de los periódicos funcionaba independientemente de la parte editorial y producía unos márgenes de beneficio excepcionales, incluso cuando escribíamos artículos aburridos, irrelevantes y mal investigados. No existía la competencia de decenas de miles de páginas web.

Demasiados artículos aburridos

La verdad es que publicábamos las columnas y los artículos sin saber a ciencia cierta si alguien realmente los leía y por eso no nos importaba mucho quién era nuestro lector.

Hoy día las reglas de juego han cambiado y todos tienen voz en WordPress, Facebook y Twitter. Estamos descubriendo que "la gente anteriormente conocida como el público" (Jay Rosen) tiene cosas interesantes que decir y tiene a menudo información mejor y más precisa que los periodistas profesionales. El público ha puesto de manifiesto los defectos de nuestro trabajo en un modo al que no estamos acostumbrados.

Esta mala palabra - mercadeo - significa escuchar a los lectores para entender sus necesidades y sus aspiraciones, tratarlos con respeto y encontrar maneras de servirles.

Herramientas como Google Analytics proveen una base estadística para conocer a los lectores.

Aprenda a medir su lealtad. Descubra las comunidades en dónde viven los lectores de su sitio web. Vea cuánto tiempo por visita pasan los diferentes públicos y cuáles son los contenidos preferidos, etc. No hay que complacer al público sino conocerlo para servirle bien.

3. Ganancias (beneficios, utilidades).

Incluso en una empresa de noticias sin fines de lucro, hay que gastar menos de lo que se genera. Si usted no está cubriendo sus gastos, no puede pagar los salarios, las prestaciones, el web hosting, la luz, los equipos informáticos, el transporte, el combustible, el alquiler, el teléfono, el agua…

Los periodistas emprendedores tienen que aprender la disciplina de controlar los ingresos y los gastos para generar beneficios.

La palabra “beneficios” no es una mala palabra, a pesar de que mucho del periodismo de investigación se centra en las personas que obtienen beneficios inmerecidos a través de la corrupción. Los beneficios son buenos cuando son justamente ganados. Permiten el mejoramiento de su producto para servir mejor a su comunidad . No hay nada sucio en eso.

Aprenda lo básico de contabilidad. Hasta los especialistas en literatura pueden hacerlo.

4. Cliente (lector, usuario, suscriptor)

Esta es la persona que presuntamente se beneficia del periodismo que el medio produce. El cliente utiliza la información para tomar decisiones informadas acerca de los negocios, la salud, las elecciones, el medio ambiente, la educación, el entretenimiento, la vivienda, los juegos de computadora; las posibilidades son infinitas en el mundo online de las publicaciones de nicho.

Los periodistas tienden a hablar de los lectores en abstracto, pero ahora, con el surgimiento de las redes sociales, tenemos herramientas para interactuar con nuestros lectores y descubrir lo que realmente les importa.

Conozca a sus lectores y usuarios y bájese del púlpito para tener una conversación con ellos en las redes sociales.

5. Anunciante (patrocinador, auspiciador)

Esta es la persona o institución que compra la publicidad u otro servicio del medio de comunicación. Los mejores clientes entienden las reglas de juego, es decir que la compra de un patrocinio o la publicidad no les da una voz en el producto editorial.

Mi consejo es poner esas palabras en el contrato y revisarlo en detalle con el cliente potencial. Podría ser algo así: "Dado que el valor de nuestro medio a los lectores, los anunciantes y los patrocinadores depende de la credibilidad, no vamos a permitir que cualquier cliente la ponga en peligro por intentar ejercer una influencia inmerecida en el producto editorial". Al mismo tiempo, una organización de noticias tendrá que ser más transparente que en el pasado acerca de los procesos de redacción y cómo se toman las decisiones editoriales.

A menudo a los periodistas les resulta difícil manejar la relación con los anunciantes porque en los medios tradicionales no tenían nada que ver con ellos. La parte comercial del medio manejaba todo eso. Pero en el mundo digital, los periodistas deben conocer a la audiencia y su atractivo a los clientes. Deben identificar oportunidades para la parte comercial. Creo que los editores pueden ser los mejores vendedores de un medio de comunicación, ya que pueden describir el valor del producto mejor que nadie.

Reúnase con algunos posibles patrocinadores y anunciantes, y explíqueles cómo la integridad editorial del medio podría reforzar su propia marca, ya que el estar asociado a un medio de comunicación de prestigio le da credibilidad.

El buen periodismo es un buen negocio

Si usted comienza su propio medio de comunicación, es muy probable que un día tendrá que decirle “no” a un anunciante-patrocinador.

Cuando yo era jefe de redacción de Business First de Columbus, nuestro periódico publicó una investigación sobre las manipulaciones de un gran banco que buscaba que el gobierno del estado de Ohio se hiciera cargo de la hipoteca de un edificio de oficinas sin inquilinos y mudara sus empleados allí.

Para el banco habría sido una buena solución a un mal proyecto. Para el estado de Ohio y los contribuyentes, habría sido un mal negocio. El artículo hizo que las negociaciones colapsaran. El banco, nuestro mayor anunciante, canceló su contrato.

La reacción de la editora, Carole Williams, fue ejemplar. La pérdida del contrato y los ingresos nos dañará, dijo, pero no como para requerir recortes del personal. Tuvimos otros anunciantes. Este tipo de investigación reforzó nuestra credibilidad e hizo que otros anunciantes quisieran ser asociados con nosotros, dijo. En otras palabras, el buen periodismo era un buen negocio. A su vez, la rentabilidad salvaguardaba nuestra independencia editorial.

En este momento, el buen periodismo no siempre es un buen negocio, porque la profesión y la industria están luchando por redefinirse. Sin embargo, estoy seguro de que los periodistas pueden añadir nuevas palabras a su vocabulario sin comprometer su integridad. Los periodistas que aprenden a transformarse en emprendedores con habilidades y conocimientos comerciales van a definir el futuro de la industria. No sentirán ninguna vergüenza al pronunciar estas nuevas palabras.

Este artículo fue publicado originalmente en el blog News Entrepreneurs y es reproducido en IJNet con autorización de su autor.
James Breiner es exbecario de Knight International Journalism Fellowships y creó y dirigió el Centro de Periodismo Digital en la Universidad de Guadalajara. Es bilingüe en inglés y español y es consultor de periodismo online y liderazgo. Actualmente se desempeña como codirector de la maestría en Periodismo Económico Global en la Universidad de Tsinghua en Beijing.

miércoles, 25 de septiembre de 2013

Escribir para ser escuchado



El radioperiodista debe estar consciente que escribe para ser escuchado y  su texto debe ser entendido de inmediato. No hay oportunidad de una segunda vez entonces la cuestión es que debe  tener muy en cuenta que en el medio el asunto no es escribir bien , sino que le entienda todo el mundo. Un texto que sea comprendido tanto por especialistas como desconocedores, por los inteligentes y menos inteligentes. Por aquellos que están atentos y por quienes tienen la radio encendida mientras realizan alguna otra labor.
Para escribir claro se debe: Pensar claro, emplear un lenguaje fácil y palabras sencillas y cotidianas

miércoles, 18 de septiembre de 2013

Objetividad periodistica


 La sagacidad y el talento periodístico  terminan en el mismo punto donde contradice los intereses de la publicación donde trabaja. Hay una vieja anécdota que ronda por las redacciones  , es simple: El jefe le dice al redactor escriba un artículo sobre Dios, y el periodista le pregunta  ¿A favor o en contra?.
No se pierda el siguiente trabajo de RADIALISTAS APASIONADOS Y APASIONADOS. Es muy ilustrativo

http://www.radialistas.net/clip.php?id=1100347

martes, 3 de septiembre de 2013

VENDA EN EL TITULAR LA MEJOR PARTE DE SU INFORMACIÓN



El  titulo vende la información. Atrae a los ojos y a los sentidos. No permite que la nota sea otra más en medio de una página web, una hoja impresa…un noticiero radial.
Sobre el papel o el sitio webb hay  variados textos que serán  o no capaces de atraer al lector si tiene  un fuerte gancho, un atractivo que marque la diferencia entre uno y otro articulo. Y la diferencia está  principalmente en el titular. También en la foto, tipo de letra y su tamaño, dónde está ubicado… pero hoy sólo me ocupo del titulo 
La mejor de las informaciones pasará inadvertida si el titulo no marca la diferencia, es por eso que  escribir un buen titular demora y no “sale” en cuestión de segundos. 
En la edición dominical del periódico Juventud Rebelde leí un comentario titulado: Un buen ejemplo. A mi criterio es muy general, no llama la atención.  “ Un buen ejemplo” puede referirse a muchísimas cosas.. (http://www.juventudrebelde.cu/opinion/2013-09-01/un-buen-ejemplo/)
Se precisa de un titulo  que a primera vista rompa  al lector la monotonía de una página y ponga  en alerta sobre el tema.
Sobre el mismo asunto en el periódico Tribuna de la Habana el titulo de la información señala:
Aunque en este segundo ejemplo se acerca más a lo que se plantea aún no resulta  significativo. No llama la atención:
Yo hubiera puesta: El hospital Calixto García cierra las puertas a cerca de 50 mil personas. O el siguiente: 50 mil personas en la habana ahora no tienen por dónde caminar… y  la imaginación de cada cual seguirá buscando títulos más sugerentes y creativos.
No se debe temer  incluir un poco de sensacionalismo en los titulares. Claro, siempre que sea en una dosis moderada.  Siempre  lea las informaciones y analice los titulares que sus colegas hacen de aquellas informaciones que también usted transmitió No para copie sino para que valore y encuentre su propio camino.

jueves, 22 de agosto de 2013

El radioperiodista debe tener puntualidad absoluta


 Los radioperiodistas deben tener dos cualidades imprescindibles: puntualidad y constancia. Nunca jamás deben llegar tarde a ninguna de sus citas y muchos menos no llegar. Esto parece algo  una verdad de perogrullo pero no es tan así. Sobre todo en Latinoamérica. En nuestros países, y en algunos más que otros, llegar tarde a una cita es, lamentablemente,  la regla.
Si se trata de una entrevista o un encuentro entre usted como periodista y una o varias persona pero se ve imposibilitado de asistir por razones muy justificadas debe avisar con tiempo suficiente para que no le esperen. En cambio si es una conferencia de prensa avise a la redacción de la emisora para que puedan enviar a un sustituto. Si llega tarde puede perderse la mejor parte y estar haciendo preguntas que el resto de los colegas van a criticar porque las respuestas fueron dichas cuando usted no había llegado. Por lo tanto , les está haciendo perder el tiempo.
He observado que en  la emisora llegan jóvenes  con muchos deseos de trabajar. Los primeros días  son bárbaros. Demuestran interés, están dispuestos a hacer su trabajo así como turnos extras.  Pasados un par de meses cualquier pretexto es válido para llegar tarde o faltar. 
Las emisoras suelen  transmitir  las 24 horas invariablemente todos los días del año. Es indispensable  la puntualidad absoluta, para “salir al aire” o para una grabación. Los estudios tienen horarios inviolables. No se aceptan minutos antes  ni  minutos después.
Nunca  se debe  llegar tarde a una emisión. Es un verdadero caos cuando  el programa está por salir y falta uno de los integrantes del equipo o llega tarde al trabajo de mesa. Si por razones determinadas  debe ausentarse, nadie es infalible,   debe avisar con tiempo suficiente para  localizar al sustituto.
Salvo cuando se decreta una programación especial, el espacio programado para ese horario  siempre va a ser transmitido a la hora exacta  y durará el tiempo habitual. Es así cada día.

lunes, 3 de junio de 2013

El lenguaje de los periodistas. Frases repetidas



El lenguaje de los  periodistas. Frases repetidas


Noam Chomsky, en su faceta de lingüista, afirma que la lengua es un conjunto infinito de oraciones. Según su idea de gramática generativa, aunque el número de palabras de una lengua sea finito y las oraciones deban cumplir determinados requisitos gramaticales, semánticos y fonéticos, su combinación es infinita. Además, las lenguas se nutren de neologismos y extranjerismos que las enriquecen constantemente. Por lo tanto, un sujeto podría crear un número ilimitado de frases: todas las que su pensamiento genere.

Sin embargo los humanos, y dentro de este género, los humanos periodistas, tenemos tendencia a hablar con frases inventadas por otros, frases de segundo cerebro, podríamos llamarlas.

De ahí que repitamos lo mismo cada día, cada informativo, cada artículo… Se podrá argumentar que para lo que nos pagan y con la premura con la que nos vemos obligados a trabajar no estamos para creatividades. Sí, es cierto, pero no hace falta consultar el Corripio a cada frase, bastaría con evitar el camino trillado.
Graves sucesos

La Divina Comedia es una obra rica en descripción de situaciones desagradables, pero resulta sorprendente que, pese a la prolijidad de Dante para contar hecatombes, a nadie se le ocurran adjetivos menos manidos que «dantesco»: una riada, dantesca; un botellón, dantesco; un atasco, dantesco… Hoy todo lo que se sale de lo normal se convierte en un «espectáculo dantesco». Un informador utiliza el calificativo y todos los demás aprovechamos ese mismo, para qué buscar otro, si tenemos uno a mano. Y así ocurre que los incendios forestales son «pavorosos incendios» o que los coches accidentados siempre quedan reducidos a un «amasijo de hierros».

Para los periodistas, Valencia es «la ciudad del Turia»; Sevilla, «la capital hispalense», y las Canarias, «las islas afortunadas». Si hablamos de competiciones, rara vez son «aptas para cardiacos». Las noticias frescas se llaman de «rabiosa actualidad» y cuando se trata de narrar sucesos desagradables, se manejan «macabros hallazgos», «salvaje agresión», «brutal atentado» o «baño de sangre». Si la policía encuentra un fiambre, generalmente en un «inhóspito paraje», se llama «cuerpo sin vida» o «cuerpo inerte». Cuando hay un delincuente en el suceso, «pone en jaque» al agresor y si el sujeto, al no ver salida, se suicida, es porque «decidió poner fin a su vida».
Hechos memorables

Nos ocurre también que ya nadie se va simplemente de vacaciones. En estos tiempos de crisis, para que la gente no piense que estamos abusando en lugar de ejerciendo un derecho laboral, solo nos tomamos unas «merecidas vacaciones». Cuando los ociosos son personajes de la revista Hola! entonces pasan a tener «vacaciones de ensueño», y los protagonistas suelen posar en «marcos de incomparable belleza» o en «playas paradisiacas». Si celebran las navidades, entonces se denominan «esas entrañables fiestas».

En asuntos políticos es frecuente decir que «la polémica está servida». En ocasiones se «rebaja el tono de las acusaciones», pero muchos diputados se sitúan en el «ojo de huracán» cuando realizan «polémicas declaraciones».

Se propaga a gran velocidad

Las expresiones son un virus que infecta a quien las escucha, y no solo a la clase informadora, sino a todo bicho viviente. Por eso ya nada es lógico a secas, sino que siempre es «lógico y natural», hemos dejado de valorar sin más porque preferimos «poner en valor», la bolsa cuando baja «cae estrepitosamente» y las sesiones largas, aunque sean reuniones de vecinos, pasan a ser «maratonianas».

Está claro que es más asequible vestir ropa de confección en las grandes cadenas de moda que comprarse un traje de alta costura, pero intentar ser originales sí es accesible para cualquiera que lo intente. Los informadores y correctores, de acuerdo con Chomsky, deberíamos inventarnos nuestro propio discurso para redactar las noticias y comentarios de cada día, y dejar de repetir frases usadas; eso beneficiaría a quien nos lea o nos escuche. Y lo mismo deberían hacer los meteorólogos, no vaya a ser que la gente empiece a decir: «He salido a la calle y… ¡está cayendo una precipitación en forma de lluvia…!».
http://www.canasanta.com

lunes, 29 de abril de 2013

Profesión Periodista




Hace unos días  conversando con un grupo de colegas se intentaba definir la labor
exacta de un periodista. Sugieron conceptos, frases y anécdotas.
Recordé la definición de Horacio Verbitsky,  periodista  y escritor argentino  a pesar de su fuerte dosis de cinismo.
"Periodismo es difundir aquello que alguien no quiere que se sepa, el
resto es propaganda. Su función es poner a la vista lo que está
oculto, dar testimonio y, por lo tanto, molestar. Tiene fuentes, pero
no amigos. Lo que los periodistas pueden ejercer, y a través de ellos
la sociedad, es el mero derecho al pataleo, lo más equitativo y
documentado posible. Criticar todo y a todos. Echar sal en la herida y
guijarros en el zapato. Ver y decir el lado malo de cada cosa, que del
lado bueno se encarga la oficina de prensa; de la neutralidad, los
suizos; del justo medio, los filósofos, y de la justicia, los jueces.
Y si no se encargan, ¿qué culpa tiene el periodismo?"

viernes, 26 de abril de 2013

No hable de más frente a un micrófono



 Para los radioperiodistas el micrófono constituye una herramienta imprescindible. Pero;  téngale mucho respeto y cuando esté frente a uno no cometa el pecado de confiar que está cerrado. En estos días la prensa recoge dos hechos significativos que mucho tiene que ver con un micrófono indiscreto o para ser exacta con la ingenuidad de quienes se sientan frente a él.

Un político confió en que si susurraba unas frases nadie le escucharía. Grasso error. Siempre hay quien te escuche y quien te vea. El segundo ejemplo es sobre un presentador de TV que el primer dia de su labor “metió la pata” o mejor dicho habló de más: Aquí le adjunto ambas historias tal y como las leí en sitios web:

Mujica sobre Cristina: "Esta vieja es peor que el tuerto"

El presidente uruguayo dijo la frase sin darse cuenta de que los micrófonos estaban abiertos. Más tarde le preguntaron por sus palabras y respondió: “No les voy a dar pelota ni voy a recorrer el mundo aclarando nada".
Edicion digital del periodico  clarín.com
“Esta vieja es peor que el tuerto”, dijo el presidente uruguayo sobre Cristina Kirchner. Fue este mediodía, durante una conferencia de prensa realizada en Sarandí Grande, en Florida. El audio fue difundido por el diario local El Observador, cuyo sitio fue colapsado por las visitas y luego también sufrió un ataque de hackers.
Según el diario, "el presidente no se dio cuenta que los micrófonos estaban abiertos". La frase se escuchó en la transmisión en vivo vía satélite que hizo la página Web de la Presidencia de Uruguay.

 

Presentador TV despedido en su primer día tras decir grosería en directo

Washington, 22 abr (EFE).- Un presentador de noticias de la cadena local afiliada a la televisión NBC en Dakota del Norte (EE.UU), A.J. Clemente, fue despedido hoy por decir, en su primer día en antena, "puta mierda".
Clemente susurró esas palabras con el micrófono abierto mientras su compañera al frente del noticiero, Van Tieu, le presentaba a la audiencia en su primer día de trabajo el pasado domingo.
Tieu pidió disculpas en la siguiente edición informativa.
"Nos pilló con la guardia baja y (Clemente) no se dio cuenta de que tenía el micrófono encendido, aunque eso no es excusa. Nos forman como reporteros asumiendo que un micrófono en directo puede estar abierto en cualquier momento, pero por desgracia no podemos deshacer lo que ya dijo", explicó la presentadora.
"Nos disculpamos y esperamos que nos puedan perdonar, estén seguros de que algo así no volverá a suceder", añadió.