lunes, 20 de septiembre de 2010

El periodista y las relaciones publicas.

Si hay algo que debe tener bien presente un reportero de radio es que no puede dormirse en los laureles. No basta con ser la gran estrella hoy, tiene que serlo mañana y todos los días. Su labor siempre tiene que ser constante, ingeniosa, intuitiva y con calidad. Es el día a día que no da tregua. Una emisora de radio siempre tiene un programa al aire que necesita noticias y más noticias. Incluso aquellos espacios que no son noticiosos abren sus micrófonos al periodista cuando se trata de una noticia de último minuto y de repercusión nacional.
En muchas emisoras no basta con la información diaria y los programas exigen que la nota esté actualizada y su personalización.
El Reportero se convierte así en una especie de abastecedor de materia prima y para conseguir todas las informaciones tiene que tener muchas y muy buenas relaciones en empresa, organizaciones, instituciones con personas que sean confiables y capaces de suministrar el dato preciso.
Debe tener excelentes relaciones y ser amable, cortes y amigable con todos. Nunca puede despreciar el trato con nadie. El empleado más sencillo y humilde le puede proporcional una pista. Una secretaria puede abrirle la puerta del jefe, darle la hora exacta en que el jefe estará desocupado y pueda atenderle o facilitarle el número telefónico que precisa. Todo depende del trato, de las relaciones personales que haya logrado establecer. Tiene que tender un puente de afecto, de simpatía, de cordialidad y cuidarlo con esmero porque ese puente puede ser frágil y romperse si lo basa en el interés, si antepone su provecho personal si lo convierte en un lucro para su exclusivo beneficio.
Por muy apurado que esté, tómese unos minutos para saludar a aquellas personas que le facilitan información, comparta y no sólo cuando precisa datos, hágalo con frecuencia. Tenga presente sus cumpleaños. Una tarje de felicitación en fechas determinadas. A todos nos gusta escuchar frases amables, cordiales y halagadoras pero; eso si, jamás adulonas.

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