lunes, 18 de octubre de 2010

A la hora de editar.

Este es uno de los pasos más importantes en el proceso creativo. Es el momento clave para unir con arte y técnica los elementos que darán coherencia a su trabajo. El editor convierte en arte la materia prima: voz, música, efectos y los silencios precisos para dar una intensidad.
El editor es el mejor aliado del periodista y debe saber tanto del trabajo que se va a realizar como el propio realizador. Es imprescindible escribir un guión o al menos una escaleta o guión técnico que indique todos los pasos, explicarle todas las ideas e imbuirlo con el entusiasmo creativo. Nunca se puede dejar un elemento como sobre entendido aunque considere que es obvio y lógico. Su editor no es un adivino. Lo que para usted es de manera determinada, no tiene que ser exactamente igual para el editor. Cada quien tiene sus propios códigos y referencias.
Por lo general cuando se va a editar ya se tienen debajo del brazo todos los elementos precisos y que fueron pensados cuando se redactaba y se creaba en ese laboratorio que es la imaginación. Ahora bien una cosa es en la imaginación y otra la verdad. Así que al llevar la idea a la práctica comienzan los contratiempos.
Lo primero que hay que hacer es comprobar si los fragmentos de grabaciones elegidos están en buen estado, si no tienen ruidos parásitos o cualquier otro defecto. Sucede también que se estructura un trabajo, un reportaje por ejemplo, con una música determinada y cuando vamos a localizarla en la fonoteca o en la PC dónde está la música la versión que queremos simplemente no está. Otras veces queremos unos acordes muy precisos pero no tenemos ni idea de dónde extraerlos. En ocasiones se trata de un ambiente y los que hay en el archivo de la PC no dan el sonido que pretendemos.
Lo ideal es dejar que el editor se familiarice con su idea y todos los componentes que conformaran el trabajo .Darle tiempo para que los escuche. De ahí pueden surgir
sugerencias y hasta enmendar algún que otro error.
Resulta excelente editar siempre con la misma persona así se crean vínculos en la manera del hacer y una especie de sintonía artística de forma tal que en ocasiones puede dejarle los materiales y ya él sabe qué hacer y cómo hacer. Sobre todo cuando necesitamos “ ir adelantando” porque estamos escasos de tiempo y nos esperan para salir al aire.
Nunca olvide que el editor es el hacedor artístico del proyecto y será quien logrará realzar y significar el material. Y aún más: Es frecuente que el editor sea además quien le grabe el play back por tanto a la vez que está atento a todo el proceso de grabación será su asesor inmediato en la corrección de errores o alguna palabra mal pronunciada.
Ya muchos periodistas prefieren editar ellos mismos sus informaciones, lo que sin dudas es una gran ventaja. De hecho es ineludible saber editar así que le recomiendo tan pronto se de la oportunidad pase un curso de edición aprenda a desentrañar los misterios de la edición. Aunque le aconsejo que cuando vaya editar un reportaje recurra a un editor, le dará otra opinión, otro punto de vista y los resultados seguramente serán mejores.

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