miércoles, 4 de agosto de 2010

… esa risita tonta

Los recién llegados a la Radio gustan de imponer una manera de decir que les distinga y así ganar puntos para saltar a la popularidad. En ese loco afán cree que la carta de triunfo está en hablar de manera “divertida” y están convencidos que para ser divertidos hay que emplear la risa. Así de buenas a primera la risa deviene una especie de recurso para salir de algún que otro aprieto.
No me voy a referir a espacios humorísticos, ni al empleo del humor, sino a esa especie de risa tonta y desaliñada, que provoca el deseo de cambiar el dial en un 2 x 3.
En los programas informativos la risa bien utilizada, en el momento oportuno es un recurso de amplias posibilidades: moviliza, impacta, transforma.. Una frase oportuna que provoque la risa o una sonrisa puede liberar tensiones se agradece y añade espontaneidad y frescura.
Pero la risa es un arma de doble filo cuando no es bien empleada.
Estoy cansada de escuchar a periodistas y locutores que emplean la risa cuando no tienen nada que decir o para cubrir su ignorancia en un tema determinado. He escuchado entrevistas que después de hacer una pregunta el entrevistador ríe a carcajada como si se tratara del chiste del año, y miles más en la que se ríe de lo que acaba de decir el entrevistado y da la sensación que se burla de su invitado.
Recuerdo a un locutor que se ríe tanto por lo que dice su entrevistado como el mismo. Incluso se permite chistes que nadie entiende, que no provocan en los demás ni una sonrisa pero él ríe escandalosamente. Cuando lo escucho siento pena ajena porque en vez de lograr la risa oportuna y la suya suena a payasada.
Muchos entrevistados sin que venga al caso ríen a carcajadas. A veces porque están nerviosos o les falla la memoria y emplean la risa como recurso para salir del paso.
En uno y otro caso esa risa constante, fingida, vulgar y tonta indica inseguridad y no tener mucho que decir.
En la vida hace falta reír, reír y reír la vida sin risa es basura pero cuando conduce un programa asegúrese que la risa sea oportuna sólo así será contagiosa.

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