martes, 5 de junio de 2012


Libertad de prensa… ¿realidad o utopía?
Por Mercedes Hernández
La libertad de prensa, de expresión, de imprenta… términos que provocan debates acalorados sobre todo  entre los recién ingresados al gremio periodístico.  Mucho se opina, mucho se analiza y por lo general florecen acusaciones tanto en contra de los medios como de periodistas. A los primeros por no permitir, a los segundos por admitir.  Con el tiempo y la experiencia los debates toman otros derroteros,  las posturas intransigentes  se suavizan  y lo  que en un principio parecía intolerable comienza a ser aceptado: La libertad de prensa es tan posible como fijen los dueños  del órgano de prensa  ya sea  una persona, una entidad, el estado o una corporación.
El límite está  marcado y no  admite ir más allá.  Y es que esa frontera tiene mucho que ver con la ideología  del  o los propietarios,  con sus  intereses económicos, entiéndase además el de  patrocinadores y   firmas comerciales que se anuncian. Nunca se va a admitir un reportaje que ponga en discusión la calidad de un producto y los intereses de la empresa  que lo representa si esas empresa  es  cliente de la emisora y es que  una buena parte de los ingresos de las emisoras llegan por la publicidad. Exactamente igual como nunca se publicará una noticia que perjudique los intereses  de los propietarios y que son  bien defendidos por el equipo editorial. 
Cuando un periodista firma su contrato laboral  de hecho acepta la línea editorial de esa emisora. Si no tuvo la inteligencia de estudiarla primero esto no le exime de su cumplimiento,  y con la firma del contrato acepta  la distancia que tendrá su vuelo periodístico. Si más tarde entra en conflicto  lo que tendrá que hacer  es  emigrar a otro órgano de prensa, dónde tendrá  otras libertades pero también otros limites.
Algunos ingenuos  creen que como “ free lance” encontrarán el medio para expresarse libremente y sin límites y olvidan que por muy bueno que sea el reportaje , será rechazado si no se ajusta a los intereses editoriales .

No hay comentarios:

Publicar un comentario