No
siempre en las redacciones de las emisoras se cuenta con un corrector.
No
siempre se someten a revisión las
informaciones antes de ser grabadas. Cuando el reportero va “en vivo” no valen
correcciones ni editor o corrector posible. Lo dicho está en el aire y no hay manera de volver atrás.
Las
grabaciones son revisada por el director del noticiero o de la revista
informativa, casi siempre al filo de ser
publicada, sin tiempo para ser corregida
y puede ser vetada tanto por un
disparate en la redacción, equivocación de un dato o por errores en la locución.
No
queda otra que ser uno mismo su propio corrector. Se debe leer y escuchar cuidadosamente el trabajo. No cometa la torpeza de grabar y no revisar. Si es preciso vuelva a grabar.
En
las redacciones siempre encontramos colegas dispuestos a compartir
conocimientos. Una crítica y una orientación nunca deben dejarse de lado.
No
olvide que las palabras tienen su propia melodía, cuando lo escrito
no fluye progresivamente revise
el texto algún error seguro va a
encontrar.