miércoles, 27 de octubre de 2010

Breves pero claros.

La información que deje la impresión de no estar completa, simplemente no sirve. El periodista que tenga que ofrecer una explicación extra sobre lo que escribió; no tiene otra alternativa que romper la nota y rehacerla. Su oyente no estará presente para oír las explicaciones al margen.
En La Radio se escribe para ser escuchado y su oyente tiene que entender el mensaje de una sola vez, por tanto se debe ser breve, claro y preciso. No dejar la sensación que quedó algo por decir; o como se dice comúnmente que “ está coja” pero sobre todo hay que expresar las ideas de manera muy clara para que el mensaje llegue a todos: al entendido en la materia pero también a cualquier persona.
Para hablar claro hay que expresar una idea por cada oración. Utilizar frases simples y precisas, oraciones cortas y párrafos con no más de 4 ó 5 líneas. Las oraciones deben ser en voz activa y lineal: sujeto, verbo, predicado y complementos. El sujeto de la oración debe estar explicito, de esa manera reitera al protagonista de su historia. Nunca lo sustituya por un pronombre. Nada de frases incidentales, de palabras complejas o de poco uso.
Lea en voz alta su texto y corrija las frases y palabras cacofónicas y las sonoridades difíciles de ser pronunciadas y menos entendibles.
Hablar claro es ser coherente y pronunciar bien.
Elimine adjetivos, redondee las cifras, quite algunas de ellas. Revise su información con marcado sentido crítico.
Compruebe la exactitud de los datos. Hay que ser precisos y centrar la nota en lo que interesa, seleccione los imprescindibles y deje los demás para dar continuidad a la noticia en los próximos minutos o espacios informativos. La radio reclama de muchas informaciones, si tiene otros después podrá ampliar y refrescar su información, lo que agradecerán sus jefes y sobre todo sus oyentes.

lunes, 25 de octubre de 2010

La palabra precisa

Uno de los retos que tiene que enfrentar cada día el periodista radial es el de utilizar la palabra exacta, precisa. No dejar margen a equívocos. Tampoco se puede repetir la misma palabra una y otra vez. Así que se debe ser extremadamente cuidadoso en el uso de los sinónimos.
Estamos escribiendo, necesitamos un sinónimo y lo más común es recurrir en primera instancia a la ayuda que ofrece Windows. Lo que es totalmente válido. Ahh; pero, no olvide que la relación que ofrece es limitada sobre todos para nuestra profesión. Así que independientemente de este recurso utilice los diccionarios especializados que también tiene a mano a través de Internet.
Sucede además, que en innumerables ocasiones ni aún recurriendo a los textos más especializados es suficiente la lista de sugerencias. No se encuentra la palabra precisa. Entonces se hace necesario re escribir para encontrar la idea afín. Buscar un sinónimo no sólo se limita a una palabra sino que es además encontrar otra manera de decir.
Recuerde que el oyente no tiene una segunda vez para entender y cuando no se comprende bien se da paso a los malos entendidos. Por eso en infinidad de ocasiones oímos a nuestro vecino asegurar con vehemencia que tal noticia la escuchó en la emisora tal aunque esa tal noticia sea el gran disparate.
Olvide las palabras rebuscadas, las que no se emplean a diario y olvídese de todas aquellas que casi nadie entiende ni conocen su significado. No olvide nunca que la mayoría de las personas que escuchan La Radio también están haciendo otras labores, no están atentos el 100 por ciento. Así que su mensaje tiene que ser claro y preciso.
Este fin de semana el conductor de un popular programa de la TV al concluir una entrevista con el cantante Raúl Torres afirmó que el intérprete como parte de su gira nacional haría presentaciones “en otras latitudes geográficas de nuestro país”. Solo tenia que decir en otras ciudades de nuestro país. Pura verborrea que raya en el ridículo.
La Radio exige ser muy claro y emplear las palabras necesarias:
Cito José Ignacio López Vigil, en el Manual Urgente para Radialistas Apasionados:
“…Y en cuanto a las palabras, su capacidad de excitar la imaginación dependerá de escoger las que estén más cercanas a la vida. Si yo digo producto alimenticio, por más que me esfuerce nunca lograré una representación mental de esos dos conceptos. Pero si digo pollo frito, se me hace agua la boca.”

martes, 19 de octubre de 2010

Marque y seleccione las grabaciones antes de comenzar a editar

Cuando se va a editar una información, el periodista tiene que saber exactamente lo que quiere para su trabajo , lo que indica que ya tiene que haber escuchado la grabación de su entrevistado y tener seleccionado los fragmentos que va a utilizar.
Es bien engorroso llegar a edición y escuchar en ese momento toda la grabación para encontrar el segmento seleccionado. Para ubicar con rapidez el fragmento es conveniente que cuando oiga la grabación anote frases que le sirvan de guía.
No se confíe por el control de tiempo que tienen algunas grabadoras, porque suelen surgir imprevistos.
Al hacer la selección debe tener en cuenta la calidad de la grabación sobre todo si va a mezclar esa grabación con la voz grabada en el estudio porque se evidenciará notablemente el desnivel entre una y otra.
Tenga en cuenta lo que dice su entrevistado pero también cómo lo dice. Hay personas muy destacadas en los más disímiles ámbitos y profesiones sin embargo no saben pronunciar bien, hacen largas pausas, utilizan muletillas y demasiadas intersecciones. También pueden estar nerviosos al momento de la grabación y no ser coherentes. Entonces, su deber es seleccionar en su grabación el fragmento con las ideas inteligentes pero bien pronunciadas.
Otra alerta , fíjese si concluye en cadencia o anticadencia.
Lo ideal es que la frase concluya en cadencia. Pero, muchas veces sucede que la frase que necesita para su información termina en anticadencia o se trata de un entrevistado que une una idea con otra y no cierra ninguna oración. Entonces deberá recurrir a ciertos trucos como el poner una interjección al final de la oración, bajar un poco el nivel de la última silaba o darle un poquito de resonancia (R). Su editor seguro tendrá otras opciones

lunes, 18 de octubre de 2010

A la hora de editar.

Este es uno de los pasos más importantes en el proceso creativo. Es el momento clave para unir con arte y técnica los elementos que darán coherencia a su trabajo. El editor convierte en arte la materia prima: voz, música, efectos y los silencios precisos para dar una intensidad.
El editor es el mejor aliado del periodista y debe saber tanto del trabajo que se va a realizar como el propio realizador. Es imprescindible escribir un guión o al menos una escaleta o guión técnico que indique todos los pasos, explicarle todas las ideas e imbuirlo con el entusiasmo creativo. Nunca se puede dejar un elemento como sobre entendido aunque considere que es obvio y lógico. Su editor no es un adivino. Lo que para usted es de manera determinada, no tiene que ser exactamente igual para el editor. Cada quien tiene sus propios códigos y referencias.
Por lo general cuando se va a editar ya se tienen debajo del brazo todos los elementos precisos y que fueron pensados cuando se redactaba y se creaba en ese laboratorio que es la imaginación. Ahora bien una cosa es en la imaginación y otra la verdad. Así que al llevar la idea a la práctica comienzan los contratiempos.
Lo primero que hay que hacer es comprobar si los fragmentos de grabaciones elegidos están en buen estado, si no tienen ruidos parásitos o cualquier otro defecto. Sucede también que se estructura un trabajo, un reportaje por ejemplo, con una música determinada y cuando vamos a localizarla en la fonoteca o en la PC dónde está la música la versión que queremos simplemente no está. Otras veces queremos unos acordes muy precisos pero no tenemos ni idea de dónde extraerlos. En ocasiones se trata de un ambiente y los que hay en el archivo de la PC no dan el sonido que pretendemos.
Lo ideal es dejar que el editor se familiarice con su idea y todos los componentes que conformaran el trabajo .Darle tiempo para que los escuche. De ahí pueden surgir
sugerencias y hasta enmendar algún que otro error.
Resulta excelente editar siempre con la misma persona así se crean vínculos en la manera del hacer y una especie de sintonía artística de forma tal que en ocasiones puede dejarle los materiales y ya él sabe qué hacer y cómo hacer. Sobre todo cuando necesitamos “ ir adelantando” porque estamos escasos de tiempo y nos esperan para salir al aire.
Nunca olvide que el editor es el hacedor artístico del proyecto y será quien logrará realzar y significar el material. Y aún más: Es frecuente que el editor sea además quien le grabe el play back por tanto a la vez que está atento a todo el proceso de grabación será su asesor inmediato en la corrección de errores o alguna palabra mal pronunciada.
Ya muchos periodistas prefieren editar ellos mismos sus informaciones, lo que sin dudas es una gran ventaja. De hecho es ineludible saber editar así que le recomiendo tan pronto se de la oportunidad pase un curso de edición aprenda a desentrañar los misterios de la edición. Aunque le aconsejo que cuando vaya editar un reportaje recurra a un editor, le dará otra opinión, otro punto de vista y los resultados seguramente serán mejores.

lunes, 11 de octubre de 2010

LOS SONIDOS

La Radio es sonido, eso ya todos los sabemos. Salvo esos cortos y muy bien pensados silencios que se convierten en intención, lo demás es sonido: la música, la voz, los efectos: Sonidos y ruidos.
Sonidos cuando transmiten la idea, cuando influyen en la imaginación cuando abren el sentido. Ahora bien si los empleamos de manera excesiva y arbitraria no son más que ruidos que impedirán la comunicación. Su oyente perderá el interés o puede recibir el mensaje de manera equivocada.
Del sonido al ruido hay un pequeño, pequeñísimo paso . Un sonido mal empleado se convierte en un ruido, puede equivocar el mensaje, dar otra intención.
-Si la voz es monótona y se lee la información a modo de carreterilla, lo que percibe el oyente es algo latoso que inmediatamente carecerá de interés.
-Si la música que apoya esa información está al mismo nivel de la voz o más alta no entenderá lo que se dice y dejará de escuchar.
-Si se emplean demasiados efectos y en ocasiones inoportunos su oyente no le prestará atención. También son fatales los efectos que se repiten una y otra vez.
Otro error es pensar que los sonidos se pueden “fabricar”. A veces el experimento sale bien, pero sólo a veces.
-No siempre tenemos que emplear música y efectos.
En muchas informaciones bastan las voces que estén bien grabadas, que se escuchen de manera nítida, sin ruidos. Pero, sucede que hay un desnivel muy elocuente cuando se va a editar la grabación que tenemos con el play back grabado en el estudio. La voz del periodista está muy limpia y la grabación tiene sonidos del medio ambiente. Ese contraste es fatal. ¿el remedio? Muy fácil. Siempre debe grabar un par de minutos del ambiente. Capte en su grabadora las voces de los protagonistas pero también del entorno.
Hay que aprender a escuchar los sonidos del entorno incorporarlo al trabajo ya sea una modesta información o el reportaje del siglo. Ese ambiente es el que ubica a su oyente en el sitio, ese es el sonido que precisa que se abre la puerta y también esté ahí en el lugar de los hechos. Ese es el sonido que hace la fotografía que estimula la imaginación.

miércoles, 6 de octubre de 2010

Las grabadoras digitales y la calidad de las grabaciones

Regreso al tema de las grabaciones.

He estado monitoriando emisoras cubanas , tanto nacionales como provinciales y noto con desagrado la mala, la pésima calidad de las grabaciones.Muchas veces ni se entiende lo grabado. La causa principal son esas grabadoras digitales, tan prácticas, tan delicadas,tan útiles, tan modernas...pero; tan, tan malas. Sobre el tema hay mucha tela que cortar pero me remito a un boletín de “RADISTAS” que tengo en mi e-mail y que con fecha del 20 de septiembre pasado da muy buenas sugerencias:
1.Calidad versus tiempo de grabación

Con el audio digital, la calidad está estrechamente ligada al tamaño y al tiempo.

A mejor calidad de grabación, mayor tamaño de los archivos y mayor espacio ocupamos en la memoria. Por lo tanto, menos tiempo para grabar.

Si solamente queremos recoger el audio para luego transcribirlo, no hay problema, podemos usar las calidades LP o SP, que permiten horas y horas de grabación.

Pero si los audios que recogemos van a salir al aire, es conveniente usar calidades ST o HQ, dependiendo del modelo de grabadora. Quizás sólo podamos grabar una hora pero, al menos, serán sonidos que escuche bien la audiencia.


2. Micrófonos externos

Las grabadoras profesionales traen incorporados micrófonos de altísima calidad, pero la mayor parte de ellas vienen con micrófonos muy mediocres. Es recomendable conectar un micrófono externo para mejorar la captación del audio.

También hay que considerar la dirección en la que colocamos el micro. Si lo dejamos en la mesa botado o no se lo ponemos en la dirección de la boca del entrevistado, los resultados no serán los mejores.

3. Tipo de micrófono

Por lo general, todas las grabadoras nos permiten elegir entre dos tipos de micrófono.

Dependiendo de las marcas, pueden ser Conference / High (H) o el de Dictation/ Low (L).

El primero está pensado para grabar eventos donde nos interesa recoger la mayor parte de sonidos que se produzcan. Son micrófonos de alta sensibilidad. Esto significa que captarán demasiado ruido para nuestros intereses radiofónicos. Trabaja mejor en modo L y con la grabadora cerca de la persona que habla.


4. Descargar audios


Casi todos los modelos de grabadora cuentan con puertos USB que permiten descargar los audios en calidad digital y en breve tiempo. No es recomendable usar la salida de audífonos para grabar el audios en la computadoras porque, además de la demora por hacerlo en tiempo real, se pierde demasiada calidad.


BIBLIOGRAFÍA

Manual para Radialistas Analfatécnicos , de Santiago García Gago. www.analfatecnicos.net. Una producción de Radialistas.net y UNESCO.

lunes, 4 de octubre de 2010

Uso y abuso de cifras

Uno de los pecados capitales son esas informaciones atiborradas de cifras, de por cientos, números que comparan un periodo con otro. Cifras y cifras que a la casi totalidad de los oyentes no les dice absolutamente nada. Peor, que ni siquiera escuchan.
Las cifras son un arma de doble filo y solo consiguen abrumar y hacer tediosa la información.
Hace poco escuché una información que relacionaba una cifra con la altura del hotel Habana Libre. Válida la comparación para los habitantes de la capital cubana pero…¿ y los que no conocen la instalación? Muchos cubanos no tienen idea de la altura del Habana Libre. Lo más aceptado es decir de un edificio de 21 pisos, ese dato puede ser descodificado tanto por un cubano como por cualquier ciudadano de este mundo que escuche la emisora por Internet.
Otro ejemplo:
En el primer trimestre de este año la empresa X obtuvo ganancias superiores al 10% en comparación con la cifra registrada el año pasado en igual periodo.
¿y?, no dice la cifra del año pasado. Creo que aquí el periodista nos tomó por bobos.
Los organizadores de las ferias y exposiciones comerciales siempre dan a conocer la cantidad de metros cuadrados y señalan que es muy importante ese dato para conocer la extensión que tendrá el recinto y la significación de la muestra. En este caso hay que decir: Bravo, para los organizadores. Sin embargo a la mayoría de los demás mortales ese dato no les dice nada. No son expertos en la organización de ferias y exposiciones. El dato que si les va a interesar es el horario para el público y que novedades pueden ser atractivas.
El que el empleo de las cifras sea controvertido no quiere decir que se prescinda de ellas, sino saber utilizarlas. Debo reconocer que en infinidad de ocasiones una cifra actualizada me permitió redactar una nota. Por supuesto, la cifra y la información que ya tenía sobre el tema en cuestión.
En La Radio cuando se escribe una cifra ya sea para una información que tenemos de primera mano o sea de otra obtenida a través de las agencias de noticias, hay que tener muy presente las reglas básicas que exige el medio radial.

Cuando tenga que escribir una cifra llévela a números redondos:
2 millones 459 mil 688 se queda en 2 millones 500 mil

Muchas veces he escuchado en diversas emisoras: Más de 2 millones de visitantes. Entonces, más de 2 millones pueden ser 3, 4, 5 ó 6 millones. Aproxímela:
Cerca de 2 millones. Aproximadamente 2 millones.
Combine los números y las letras para que sea más fácil la comprensión y no se confunda a la hora de leer el dato.
Nunca emplee números romanos. Puede llevarse un buen susto al aire si tiene que descifrar XXIV. Al menos le hará hacer una pausa que puede convertirse en un bache. Es más fácil y cómo si escribe VIGESIMO CUARTO.
Y recuerde es VIGESIMO CUARTO ANIVERSARIO o ANIVERSARIO 24. Nunca 24 ANIVERSARIO. Aunque ya he leído que comienzan a ser autorizadas ambas formas.
No se porque algunos periodistas se empeñan en decir: CUADRAGÉSIMO SÉPTIMO o SEPTUAGÉSIMO SÉPTIMO, una verdadera complicación que puede ser llevada a una compresión rápida y sencilla: 47 y 77.
En la Carta de Estilo de la emisora debe estar regulado el tratamiento que se le dará a las cifras.