miércoles, 30 de junio de 2010

LA FICHA TECNICA DE LOS PROGRAMAS DE RADIO

Así como cada emisora cuenta con su carta de estilo, los programas tienen una ficha técnica que recoge todos los datos: El perfil, los objetivos, los temas a tratar, la forma de locución, de dirección, la frecuencia, la función, destinatario, tiempo de duración, horario y el colectivo que lo realizará, entre otros datos.
Esta ficha es la brújula para que el espacio mantenga su carácter y coherencia.
¿Se pueden hacer variaciones? Por supuesto que si. Un programa no es letra muerta, pero su esencia debe mantenerse y si la formula ideada no funciona en el día a día, entonces es mejor quitarlo del aire y buscar otro que si funcione. Se pueden hacer variaciones pero manteniendo los objetivos esenciales para el cual fue pensado.
Cuando alguien se incorpora al colectivo debe conocer esta ficha técnica, apropiarse de lo que está pensado y autorizado y sumarse a ese quehacer. No es cambiando estas reglas donde debe expresar el talento, la ingeniosidad o la creatividad. El director del programa debe exigir porque se cumpla lo establecido.
En demasiadas ocasiones esta ficha técnica se queda guardada en alguna computadora a la que no todos tienen acceso y tal como ocurre con la Carta de Estilo queda rezagada y olvidada. Transcurre el tiempo, llegan otros y comienzan cambios que poco a poco desvirtúan la razón de ser del espacio y un buen día se descubre que el programa tiene poco o nada que ver con la idea original y no siempre los cambios fueron para bien.

viernes, 18 de junio de 2010

LA CARTA DE ESTILO

Cada emisora de Radio cuenta con la llamada “ Carta de Estilo” un documento normativo que utilizan todas las agencias y órganos de prensa donde de manera clara y precisa se señalan las reglas a seguir. Digamos que pone en “blanco y negro” la política editorial , las normas de redacción, cómo debe ser el tratamiento a las personalidades, el uso de las abreviaturas, la manera de titular, el manejo de las cifras. Marca la diferencia entre un órgano de prensa y otro.
La Carta de estilo se convierte en un instrumento indispensable para mantener como dice su propio nombre en el estilo, forma y maneras que diferencia una emisora de otra, un órgano o agencia de prensa .
El empleo de este documento saca de cualquier duda al redactor.
La mayoría de las veces ese documento es celosamente guardado y no está a la mano para ser consultado. Peor aún en muy contadas ocasiones y en pocas emisoras se les entrega para su estudio al nuevo personal contratado ya sean periodistas o colaboradores, por lo que cada quien comienza a escribir a su forma y manera.
Al lado de cada computadora debería estar un ejemplar de la Carta de Estilo, sobre todo en la de los redactores para que siempre lleven al estilo de su emisora, las informaciones de agencias de prensa y los vicios que traen algunas traducciones.

miércoles, 16 de junio de 2010

IMPROVISAR

Para poder improvisar se requiere sobre todo de cultura y estar informado, sin olvidar la gramática y la pronunciación.
Estas reglas no se aprenden en unas horas, ni en día ni siquiera en meses.
Para improvisar hay que tener una idea de lo que se desea decir, del tema a tratar.
No vale únicamente tener una cultura enciclopédica sobre literatura, cine, economía o cualquier otro tema. Hay que saber que marca ese día la aguja de la información tanto nacional como extranjera.
Cuando se tiene una noticia y hay que salir al aire para dar la información que solo está en la cabeza y un par de datos tomados al vuelo es importante concentrarse en la información y anotar los elementos esenciales: los nombres y cargos de las personas involucradas, y todos los datos que no pueden dejar de decirse. Nunca confíe en su excelente memoria porque de pronto puede fallar y de pronto se puede quedar en blanco sin saber que decir. Haga un resumen mental de lo que precisa decir.
Y sobre todo concéntrese.
Tampoco debe saltar de una idea a otra, o dejar una a medio concluir.
Evite las muletillas: bueno, entonces, o sea, pues,
No se apoye en intersecciones como ahhh, ehhh, mmmmm , este, resulta fatigoso, y denota no estar muy seguro de lo que está diciendo. También evite determinadas palabras como “precisamente”, “importante”, “interesante”, “muy bonita”.. Lo que tiene que señalar son las cualidades del tema en cuestión y que le acreditan poseedor de esos atributos.
En la improvisación el peor pecado es hablar por hablar.

lunes, 14 de junio de 2010

LEER UN COMENTARIO

Cuando se lee un comentario únicamente tiene la palabra y al silencio como aliado.
En el caso del silencio utilizará las pausas y cuidará que no se hagan excesivas ni largas porque el oyente las recibirá como baches y darán la sensación que no domina bien el tema.
El otro recurso es su propia voz, jugará con los tonos y el ritmo, lo que dará color a su mensaje.
Al redactar tiene que tener en cuenta no sólo la extensión del trabajo, sino también el tiempo de lectura y el ritmo. Por ejemplo si va a emplea números tenga presente que escribir la cifra 798 mil lleva poco espacio, pero es más mayor el tiempo al aire de esa cifra: SETECIENTOS NOVENTA Y OCHO MIL
No debe olvidar que se trata de un comentario, no de un discurso, ni de una arenga. Usted no está en una plaza pública ni tiene delante de si a una multitud. Su comentario debe dirigirlo a un solo oyente que puede ser un profesional, un político o su vecino. Alguien que no necesariamente va a estar de acuerdo con su planteamiento así que deberá convencerlo con datos. Exactamente como en cualquier medio de prensa, el comentario en la Radio expresa una opinión, que hay que argumentar. No olvide que en Cuba todo lo que “suene a teque” es rechazado. Debe ser persuasivo y sugerente, no impositivo ni dominante.

miércoles, 2 de junio de 2010

LA TONTERIA COMO DIVERTIMENTO

En los últimos tiempos he escuchado a muchas personas que llegan a la radio y desean imponer una manera de decir que les distinga y así ganar puntos para saltar a la popularidad. Piensan y ya están muy seguros que con inventar una frase ya son poseedores de un estilo y un sello que los distingan.
Recuerdo a un locutor que se reía escandalosamente por cualquier bobería. Muchos entrevistados también la emplean ese recurso. En uno y otro caso esa risa constante, fingida, vulgar y tonta indica inseguridad y no tener mucho que decir. Quienes saben hacer chistes y se dedican a hacerlo saben bien que una de las normas es hacer no reírse del chiste que se hace. Aunque la risa suele, en momentos, ser contagiosa no es este el principal recurso para hacer reír a los demás y menos cuando se trata de una entrevista.
Estamos aburridos de escuchar al entrevistado contar como se divirtió haciendo un video, de lo bien que lo pasó con el equipo de trabajo o lo mucho que significó para su carrera trabajar con el director tal y con artistas reconocidos como fulano y fulano y ahí la lista es larga. Después vemos su trabajo y deja mucho que desear. A los oyentes no le interesa si se divirtió o no haciendo su trabajo. Si el producto final no tiene calidad no llena las expectativas se fracasa por mucha diversión que le proporcionara el realizarlo.
¿Qué hacer cuando está al aire y ocurre una situación similar? Es muy sencillo usted es el entrevistador, esté atento a una pequeña pausa, a un respiro de su invitado y haga otra pregunta.
También muchos conductores de espacios radiales hacen referencias a cuestiones que sólo le atañen a su equipo de trabajo y hacen chistes que pueden ser muy divertidos entre ellos pero que al oyente ni siquiera entiende. Hay miles de ejemplos: la ropa que trae fulana, que si la esposa de tal… Todo eso no son más que recursos mil veces empleados hasta el cansancio total.
Al oyente no le interesa que usted se divierta, él es quien debe divertirse, que pasarla bien. La misión de usted es acaparar su atención e impedir que apague el radio o cambie el dial.